Llevo mucho tiempo hablando de temas que pueden parecer más serios, actitudes, comportamientos,… y hoy quiero hablar de algo que puede parecer más superficial, pero que no deja de ser una forma de expresarnos y comunicarnos: la ropa.
Parece, que cómo nos vestimos es algo intrascendente en nuestro ser, algo que repercute en lo que queremos enseñar a los demás, sin darnos cuenta, que muchas veces, la forma de vestirnos, no sólo indica lo que queremos enseñar, sino lo que transmitimos con ello. O aún más importante lo que sentimos en ese momento.
La ropa, a veces, simplemente es una marca de referencia de nuestro estatus, o al menos, en ocasiones, en nuestra sociedad así se ve: “Mira cómo va esa, lo que lleva ese puesto…”, pero creo, que también es una forma de demostrar nuestro respeto hacia ciertas circunstancias, o de transmitir un mensaje en situaciones concretas.
Yo personalmente, creo que la ropa es una herramienta con la que jugar, algo que podemos utilizar para demostrar nuestro ánimo o nuestro respeto a lo que estamos haciendo. Hoy en día, puede parecer, que esta forma de pensar esté anticuada, el considerar que a ciertos lugares hay que ir vestido de una forma determinada para transmitir respeto, pero no por ello deja de ser verdad.
Cuando vamos a un acontecimiento importante, puede ser una ceremonia, una cena en casa de unos amigos, o una cita que nos ilusione, creo que el ir bien vestido, o al menos como cada uno considere que está bien, es darle la importancia adecuada a esa cita. Esto no significa que todos debamos ir iguales, para lo que uno es bueno o bonito, quizá no lo sea para otro, pero poner nuestra dedicación en ello, implica que consideramos esta situación lo suficientemente valiosa como para esforzarnos en no ir vestidos de cualquier manera.
No quiero hacer un juicio de valores sobre lo que significa ir bien vestido, cada cual es muy libre de tener su propio criterio, pero sí creo que se debe mantener la consideración del atuendo como un referente a lo que cada uno quiere expresar. Hay que tener en cuenta, que la primera imagen dice mucho, y que cuando uno aparece en un sitio, antes siquiera de poder abrir la boca o de poder incluso gesticular, se ve la imagen de esa persona, y esto es algo que no debemos obviar. La imagen dice de nosotros mucho más de lo que nosotros mismos estamos dispuestos a expresar, por lo tanto, tengamos en cuenta que nuestra imagen muestra mucho. Simplemente, tenemos que tener en cuenta que no se puede No Comunicar, y la ropa es un medio de comunicación.