Hace unos días se ha producido una gran pitada en una final de fútbol, teniendo mucha repercusión a todos los niveles. No quiero entrar sobre quien tiene razón, si los clubs deberían ser sancionados o no, ni si deberían legislar para que en un futuro no vuelva a ocurrir, simplemente quiero trasladar una cuestión: ¿Es necesario manifestar lo que pensamos en todos los lugares?
Creo que todo el mundo tiene derecho a manifestar lo que piensa, pero como he dicho en otras ocasiones, teniendo en cuenta lo que la otra persona va a sentir cuando esta se expresa. Que decir las cosas a la cara no sirve de nada si el de enfrente no quiere escuchar nuestra opinión, y que si no nos la piden, más vale no decirla. ¿Qué nos hace suponer que nuestros pensamientos son tan importantes como para ir propagándolos por el mundo sin medir las consecuencias?
No creo que sólo se trate de un tema de nacionalismos, tal y como lo quieren vender, sino de respeto. Si se acude a una competición que representa a una institución, creo que es considerado mantener respeto hacia esa persona, y no hacerle pasar por el trance de tener que escuchar una pitada. Quiero aclarar que no soy monárquica, pero tampoco iría a una recepción real a insultar al rey, por lo que considero una falta de respeto lo que el otro día pasó.
Pero, aún me pareció más grave un detalle que vi en uno de los dirigentes que acompañaba al rey en el palco, y es la media sonrisa que mantenía mientras la pitada ocurría. No hace falta ser un experto en comunicación no verbal para darse cuenta que le estaba divirtiendo el hecho en cuestión, algo que a mi parecer, es más grave que el hecho de que ochenta mil personas piten, ya que este es un representante del pueblo, y si ha accedido a acudir al palco, debería saber comportarse de forma neutra. Por supuesto, tiene derecho a plantarse y no acudir, pero quizá no creyó que esta decisión era la acertada. De todos modos, sobre todo, lo que me ha extrañado era no haber oído ni leído comentarios al respecto, cuando se ha hablado tanto de este tema.