Hace unos días un famoso presentador de televisión le hacía esta pregunta a otra famosa colaboradora y presentadora de televisión en una entrevista. Será porque se supone que este es un tipo transgresor y se le perdona todo, porque si no que me diga alguien como le sienta la pregunta en cuestión a cualquiera de nosotros. Me da lo mismo, hombre o mujer, creo que no me equivoco si digo que a la mayoría de nosotros nos sentaría fatal que nos la hicieran, y más en un medio de comunicación a nivel nacional.
La cuestión, es si de verdad esta pregunta es tan importante como para hacerla en lo que se supone es una conversación interesante. Imagino que cuando alguien se dedica a un medio como la televisión la imagen es importante, pero ¿esto indica tener una talla X, o tener la necesidad de justificar el aspecto físico de una misma? Estamos hartos de oír que estos temas hay que tratarlos con mucha delicadeza ya que hay enfermedades relacionadas con el peso que cada vez afectan a más jóvenes, y desde edades más tempranas. Sin embargo, no pasa nada porque sea tema de debate el aspecto físico de una presentadora y que tenga que ser constantemente cuestionada por no aparecer en la pantalla como una sílfide. Si de verdad, queremos normalizar una talla normal de mujer, ¿no deberíamos dejar de hablar de una presentadora, actriz o cualquier persona pública porque no siga unos cánones de belleza tan rigurosos? ¿Nadie ha pensado nunca tras ver un programa de televisión o una película, que es mucha casualidad que todas las chicas que aparecen en la pantalla tengan casi la misma talla? ¿Es así cómo quieren que no nos sintamos mal cuando nos miramos al espejo y, claro está, sin querer, comparamos? O lo que es peor, porque una ya tiene unos años y sabe que lo importante de la vida no se basa en su aspecto físico, cuando se lo tiene que explicar a un/una adolescente que no se ve bien en el maldito espejo, y esto, es algo muy normal con esta edad, sin importar la talla. Pretendemos que los jóvenes con todos sus altibajos y hormonas danzando sean más sensatos que los directores de casting por ponernos modelos de personas que no se corresponden con la realidad.