En el mes de la vuelta a la rutina, de despedida de las vacaciones, se respira un poco de tristeza y melancolía. La luz se apaga, y se vuelve más romántica, al menos para mi, y comienzan las lluvias que la tierra tanto necesita. Ahora parece ser el momento de tomar una decisión, de dejarnos llevar por esa melancolía y adaptarnos a la rutina, o pensar en hacer cambios en nuestra vida que nos reten para motivarnos y afrontar esta época con mayor animosidad.
Sé que podéis pensar que aconsejaría optar por esta segunda opción, la de buscar un reto que nos motive, sin embargo, creo que en cada momento de la vida hay que saber elegir lo que más nos conviene, y por lo tanto, a veces hay que optar por no hacer nada, por dejarnos llevar y descansar la cabeza de nuevos proyectos. No siempre se tiene la energía para afrontar nuevos retos, o precisamente, un nuevo reto puede ser no enfrascarnos en nuevos proyectos. A veces, el no hacer nada es lo que resulta más complicado, y poder disfrutar de lo que ya tenemos, de nuestra vida tal y como es, sin necesidad de añadirle nuevas emociones.
Por otra parte, habrá quien quiera añadirle a su vida, a estos meses que parecen ser los más melancólicos del año, donde la luz se va a pagando y comenzamos a sentir frío, un poco de emoción para que nuestras vidas tengan el calor que los nuevos objetivos nos hacen sentir. Puede ser un cambio de rutinas, aprender a aprovechar mejor el tiempo, o algo tan simple como proponernos estar más con amigos a la vuelta de las vacaciones, o empezar a disponer de más tiempo para nosotros mismos, sin ningún propósito en particular. Desde luego, hay quien para ellos, este mes es un tiempo de grandes descubrimientos, aquellos que comienzan a desarrollar
un nuevo trabajo, un nuevo curso o a realizar nuevos estudios. Para estas personas, septiembre es mágico, llenos de ilusiones y expectativas, en donde pueden hacer que sus sueños comiencen a hacerse realidad.
Tanto si nos encontramos en una situación o en la otra, lo más importante es que disfrutemos de nuestra vida y que aprendamos a ser felices con nuestras decisiones.