Muchas veces he hablado sobre la empatía en este blog, y esta vez lo vuelvo a hacer ya que ha salido un nuevo estudio en el que se indica que la empatía nos estresa, mientras que la compasión consigue volvernos proactivos.
Parece ser, que el ponernos en los zapatos del otro establece una conexiones neuronales que pueden llevarnos al sufrimiento pasivo, es decir, nos ponemos tanto en el papel de la otra persona, que sentimos y padecemos lo mismo, sin ser capaces de hacer mucho por evitarlo, y además, es una cuestión contagiosa como lo demuestran los bostezos, o el que lo bebes lloren todos a una cuando están juntos y uno comienza el llanto.
Sin embargo, la compasión hace que entendamos lo que la otra persona está pasando pero sin la necesidad de tener que sentirlo de igual forma, sino desde un punto de vista proactivo, queriendo ayudar y haciéndonos actuar en beneficio del otro, a la vez que nos hace sentirnos gratificados por hacerlo. Por lo tanto, lo bueno es utilizar esta actitud, ya que además de salvaguardarnos de lo negativo, vamos a poder ayudar para que la otra persona pueda también salir de esa situación.
Tengo que reconocer, que en mi diccionario particular, veía la compasión como algo negativo, mientras que la empatía era una actitud positiva. De todo se aprende, y el que haya cada vez más estudios neuronales que nos enseñan cómo funciona nuestro cerebro nos permite entendernos mejor y poder superarnos día a día.
Desde luego, como cualquier otra actitud de nuestra personalidad, la compasión se puede entrenar, y también podemos lograr que la empatía pase a ser compasión, y de este modo “poder ayudar sin tener que sufrir”. Tengo que decir, que esto lo entrecomillo, porque aunque creo firmemente en el poder de nuestra mente y en como las personas pueden lograr aquello que se propongan, me cuesta creer que las emociones van a dejar libremente paso a la acción sin interceder de alguna manera. Por lo tanto, es bueno saber que podemos ser más proactivos respecto a una cuestión, pero creo que también debemos escuchar a las emociones para tener en cuenta lo que nos dicen, seguro que de estas también aprendemos mucho, y no tardaremos en leer que en alguna parte del mundo se ha realizado un estudio que hace que la compasión unido a emociones positivas nos lleven a ser aún más mejores personas.