Últimamente muchas mujeres me hablan de los miedos irracionales que sufren sin causa aparente, y que en algunos casos les llevan a sentir momentos de ansiedad agudos. La mayoría de estas mujeres se encuentran entre los 45 y 55 años, lo que coincide con la etapa de la menopausia y los trastornos hormonales que suele causar. En muchas mujeres se repiten estos miedos y cierta sensación de tristeza y malestar. Si una se pone a pensar en ello, los miedos vienen por muchas causas, aunque no se tenga una razón concreta o que los origine, pero como la mente humana siempre está dispuesta a darnos la razón, somos capaces de argumentarlos de forma consistente. También nos puede ocurrir sentirnos tristes sin motivo, tener malas sensaciones aunque nos encontremos en casa a salvo, sin ninguna preocupación apremiante o sin que nos haya ocurrido nada que nos haya afectado hasta entristecernos. Si lo racionalizamos, si nos ponemos a pensar en el motivo, somos capaces de darnos cuenta de que todo es producto de nuestra mente, aún y todo, la sensación persiste.
Hay a quien le ocurre normalmente de noche, o cuando se encuentra sola, o a veces ocurre cuando no se está haciendo nada, o al menos cuando una no anda con mil cosas a la vez en la cabeza. Por supuesto, no hay una sola respuesta de cómo gestionar y afrontar estos momentos que nos pueden llevar a un momento de ansiedad, cada una va a tener su propia solución y va a necesitar encontrarla dependiendo de las circunstancias personales, pero sí hay unos parámetros que se repiten y los que podemos utilizar para superar estos procesos.
Quiero hacer hincapié en la importancia de aceptar la decisión tomada, ya que en algunas ocasiones nos traiciona la autoestima y pensamos que estamos haciendo algo porque no nos queda más remedio, y no porque de verdad consideremos que es lo más acertado desde nuestro punto de vista lo que hemos escogido. Aceptemos por bueno nuestro criterio y a donde este nos conduce, ya que nos resultará mucho más fácil sentirnos bien de esta forma.