El verano es una época en la que para muchos es momento de vacaciones, de diversión y de estar con amigos, mientras que para otros es el momento de mayor trabajo del año, donde tienen que meter todas las horas que pueden para luego sobrevivir el resto del año. Hay negocios que tienen una mayor actividad en estas fechas, y en algunos casos, sólo existen ahora que es verano. Esta característica hace que mientras la mayor parte del mundo se encuentra de fiesta, otros tengan que trabajar.

En un principio, es algo normal, siempre se han dado estas circunstancias, y cada cual asume sus condiciones, unos pueden disfrutar de las vacaciones con la mayoría de los demás, y otros tienen la ventaja de hacerlo cuando la mayoría está trabajando, y por lo tanto van a disfrutar de mejores condiciones. Sin embargo, no todas las personas están preparadas para trabajar en la época estival, ya que en un primer momento lo que les parece una oportunidad, luego no se acostumbran a hacerlo, y por consiguiente el trabajo que realizan no es satisfactorio.

Por una parte, consideran que por trabajar en estas fechas se están sacrificando para que los otros puedan disfrutar, en algunas ocasiones sin aceptar del todo su papel, y por lo tanto sintiéndose mal por ello, lo que les lleva a no cumplir con su trabajo de la mejor forma.

Por otra parte, a estas personas, se les hace duro su trabajo, ya que en ocasiones los clientes no entienden todo lo que tienen que hacer en poco tiempo y para mucha gente, lo que les lleva a sentirse incomprendidos y menospreciados por su trabajo.

Si hoy hablo sobre este tema es debido a que a veces me toca lidiar con la situaciones que se dan en ambos lados, tanto por parte de los clientes que se sienten mal atendidos y como si les estuvieran haciendo un favor, y por otra parte, que a veces algunos trabajadores deben aceptar el hecho de estar trabajando, y que quienes se encuentran de vacaciones no se merecen un peor servicio por compartir sus vacaciones con un montón de personas más. Por lo tanto, intentemos ser más comprensivos y pongámonos en el lugar del otro, comprendiendo que trabajar en verano puede resultar duro, y que todos tenemos derecho a disfrutar de las vacaciones.