Ya estamos de vuelta de vacaciones, al menos los que tenemos estudiantes en casa ya hemos tenido que volver a la rutina poco a poco. Este año la vuelta viene acompañada de muy buen tiempo, algo que a veces dificulta el ponernos en la nueva situación de trabajo y estudios, pero que también podemos aprovechar a nuestro favor para que este retorno nos resulte más agradable. Sea como sea, hay que volver, y por nuestro propio bien, más nos vale tomarlo de forma positiva para afrontar el nuevo curso de la mejor manera.
Son días en los que se habla mucho del “síndrome postvacacional” y de lo duro que resulta integrarse de nuevo en la rutina. Siempre he pensado que lo verdaderamente duro es no haber tenido vacaciones, y que tras la vuelta, en la que se supone hemos descansado, disfrutado y recargado energías, podamos ver el presente y el futuro con alegría. Digo que se supone, porque a veces no es así, de todos modos, si alguien no ha podido disfrutar de las vacaciones, es un buen momento para reflexionar sobre lo pasado y establecer los cambios necesarios para que no siga ocurriendo, es decir, valorar qué es lo que nos ha impedido disfrutar y tomar las riendas para que no siga ocurriendo.
Suponiendo que sí hemos conseguido los propósitos que se le presuponen a las vacaciones, ¿Qué mejor que utilizar esa energía renovada para emprender nuevos retos? Da lo mismo si estos son los mismos que el año pasado, siempre habrá algo que podamos mejorar o superar. A veces, con que las cosas sigan igual ya es suficiente, ya que tampoco se trata de vivir en una continua ascensión, sino de disfrutar y valorar lo que tenemos. Si pensamos en nuestro futuro inmediato como si se tratara de una situación estimulante que nos va a conducir hacia dónde queremos ir, será más fácil mantener una actitud positiva. Sé que puede resultar complicado si el trabajo que realizamos no nos gusta, pero recordemos que lo más importante es estar bien y esto lo vamos a conseguir más fácilmente si nuestra predisposición es buena, por lo tanto, por nuestro propio beneficio es mejor tener una actitud positiva. Este es un buen momento para reflexionar sobre dónde estamos y hacia donde querremos ir, y sobre todo cómo lo querremos hacer para cambiar lo que debamos y, de esta forma, conseguirlo.