En numerosas ocasiones me encuentro con personas que no les gusta su vida, o al menos algún aspecto de la misma. Cuando algo no nos gusta, lo primero que suele ocurrirnos es que nos desmotivamos, bien sea por una relación de pareja, un trabajo, los estudios,…lo que no nos gusta, nos cuesta más esfuerzo realizar. Esta es una buena razón para lanzarnos a dar el paso y cambiarlo, ya que aunque nos hayamos acostumbrado a hacerlo y nos de miedo el cambio, tenemos una buen motivo para hacerlo, conseguir acercar nuestra vida al modelo que queremos tener.

Como siempre, es importante saber cómo nos gustaría que fuera nuestra vida, o tener claro qué es lo que no queremos. A veces nos cuesta definir lo que queremos, pero somos rápidos al decir lo que deseamos evitar. Este punto nos acerca hacia nuestro objetivo y a saber qué necesitamos de nosotros mismos para lograrlo. Tenemos que considerar el hecho de poder pedir ayuda, pero siempre recordando que donde más apoyo vamos a lograr es en nosotros mismos, que somos nuestro mejor aliado y que no necesitar depender de otros va a hacer más factible que el objetivo se cumpla. En este punto debemos poner en acción nuestra confianza, que es lo que normalmente comienza a fallar cuando nos lanzamos a un reto de cambio. Suele ser la excusa “perfecta”, la que hace que no actuemos, pensar que no somos capaces y por lo tanto mantenernos en la “zona de confort”, en la que a pesar de no encontrarnos bien, conocemos y no nos requiere ningún esfuerzo no salir de ella. Incluso tenemos un refrán para defenderla: “Más vale malo conocido, que bueno por conocer…” Y nos quedamos tan tranquilos dándonos la razón y pensando que estamos actuando bien.

Sin embargo, si por un momento nos ponemos a pensar en las veces que hemos sido capaces de realizar algún cambio y en la habilidad que hemos utilizado para realizarla, podemos empezar a comprender que también somos capaces de hacerlo esta vez, y que quizá, aquello que está por descubrir, sea mucho mejor que lo que tenemos, y que esto puede hacer que nuestra vida sea mejor. Debemos recordar que todos en algún momento hemos ejecutado algún cambio o hemos utilizado las herramientas necesarias para hacerlo. Hemos sido capaces de motivarnos y lograr aquello que nos proponíamos, por lo que si nos conectamos con esa forma de actuar, podremos conseguir pensar que esta vez también es posible. No tenemos nada que perder, y sí mucho que ganar, tener la vida que nos gustaría con la ayuda de uno mismo, ¿Qué más podemos querer?