Se dice que la generación Z, es decir, los nacidos a partir de 1994, poseen la cualidad de ser multitarea por haber nacido “nativos digitales”, por lo que para ellos, realizar una actividad a la vez que están conectados a internet es normal y casi innato. La mayoría de nosotros tenemos algún conocido, amigo, hijo o sobrino de esta edad, al cual cuando te diriges a hablarle es capaz de contestarte sin ni siquiera levantar la mirada para hablarte. Pero ¿son de verdad multitarea o maleducados?
Una profesora de universidad me contaba el otro día que sus colegas se van acostumbrando a dar las clases sin tener nadie que les mire porque están “entretenidos” en otra cosa, mejor dicho, en algún dispositivo electrónico que están utilizando a la vez que atienden las explicaciones de los profesores. Yo pensaba que este era un acto de mala educación, o al menos, de poco respeto hacia las palabras del profesor, pero parece que tenemos que tener la mente más abierta y entender que ellos son capaces de hacerlo todo a la vez. Esta persona me contaba que había asistido a la conferencia de un importante lingüista, el cual les había hecho ver que si un alumno estaba dispuesto a acudir a sus clases, ya estaba demostrando interés por su asignatura, por lo tanto, si a la vez realizaba otra cosa no había que tomarlo como una actitud negativa, sino todo lo contrario, estar contento por el interés del alumno. Puede ser, que si partimos de que es una generación que está acostumbrada a buscar en internet tutoriales sobre lo que quieren saber, el simple hecho de tener que desplazarse para ir a una clase ya lo consideren bastante respetuoso, pero tengo que admitir que a mi edad hay ciertos asuntos que me cuestan entender.
Me imagino ante una audiencia que puede que te escuche, o no, y que ninguno te mira. Me resulta muy difícil tener que hablar o explicar algún tema si no puedo leer en sus caras si me están siguiendo y entendiendo lo que digo, si tengo que insistir en algún asunto o explicar lo mismo de otra forma diferente para que lo puedan entender. Se me hace difícil dar una charla y que mientras tanto mis oyentes no me miren, puedo ser antigua, pero creo que es una falta de respeto no mirar a la gente a la cara cuando te habla, claro que, si miro a mi alrededor, puedo comprobar que cada vez más la gente mira más a su móvil mientras hace cualquier cosa, por lo que imagino deberemos ir acostumbrándonos.