Como comentaba en el último post el estrés es más perjudicial para nuestra salud que el tabaco y el alcohol juntos, por lo que debemos tener este aspecto muy presente para cuidarnos y cuidar bien nuestra salud. El problema radica en que tenemos la creencia que debemos poder con todo, como si fuéramos súper héroes, y gestionar varios aspectos de nuestra vida en circunstancias estresantes, sin darnos cuenta, que mantener estas situaciones en el tiempo puede ocasionarnos graves problemas de salud, ya que nuestro cuerpo somatiza nuestras emociones. Al igual que decimos que se nota en la cara de una persona cuando está enamorada o feliz, ocurre lo mismo cuando alguien está sometido a niveles altos de ansiedad o nerviosismo, y no sólo afecta a nuestro rostro o aspecto físico exterior, sino que de forma silenciosa va minando nuestra salud.

A este estado no sólo se llega por trabajar muy duro en algo concreto, normalmente viene dado por la multitarea a la que nos vemos sometidos, dentro y fuera del trabajo, o por circunstancias muy concretas que nos provocan ansiedad, lo que termina perjudicando la salud. En muchos casos el problema radica en que no nos damos cuenta hasta que el daño está hecho, ya que consideramos que nuestra obligación es poder gestionar esa situación sin que nos pase factura, bien porque no estamos calculando correctamente las repercusiones, o bien porque creemos que es algo puntual que no se va a mantener en el tiempo, pero que frecuentemente no es así. Por este motivo, bien sea algo puntual o algo que puede perdurar más de lo deseado, debemos actuar por preocuparnos sobre nuestra salud como si se tratara de cuidar una herramienta que necesitáramos para arreglar una avería importante. Al fin y al cabo, si nosotros nos estropeamos no podremos continuar con eso que estamos haciendo, y si consideramos que es importante seguir haciéndolo, debemos cuidar muy bien de nosotros mismos para poder seguir con esa tarea. Y cuidarnos significa hacerlo en todos los sentidos y a todos los niveles, cada día. Cuando me refiero a todos los niveles quiero decir que debemos tener en cuenta desde nuestra alimentación, descanso, momentos de relax o momentos que nos proporcionan distracción y desconexión, y no dejar que pase un solo día sin haber tenido un instante de estos que nos permita poder descansar mejor y de esta forma continuar al día siguiente con fuerza y energía. Pensar que esto es algo que sólo hay que realizar ocasionalmente o los fines de semana puede llevarnos a soportar índices de estrés muy altos durante la semana que luego nos impidan desconectar bien durante esos días, además de que el daño ya se está produciendo. Lo importante es mantener a raya el estrés y para esto cuidarnos cada día, como si fuéramos la máquina más valiosa que existe, y que lo somos, ya que en nuestra salud nuestro cuerpo es lo más valioso que tenemos, al igual que nuestra mente, que debemos cuidar cada día.