Ya estamos en Junio y nos encontramos cada región del país en una fase diferente de la desescalada, pero todos vamos avanzando hacia la nueva normalidad. Tras dos meses y medio de estado de alarma y confinamiento, vamos recuperando nuestras vidas poco a poco, teniendo que asimilar cada uno de nosotros nuevos retos y nuevas situaciones, sin olvidar todo lo que hemos pasado en las últimas semanas.

Que hemos superado una fase vital que nunca hubiéramos imaginado creo que es algo en lo que estamos casi todos de acuerdo, porque a principio de año pensar que el mundo entero se iba a paralizar por una pandemia era algo que muy pocos podían esperar. Que hayamos sido capaces de ir superándolo y pasando por esta situación de la mejor de las formas, creo que también era algo que no lo teníamos muy claro, ya que si el 14 de Marzo nos llegan a decir que íbamos a estar tantas semanas recluidos en nuestras casas, no hubiéramos dado crédito, y poco a poco así ha sido. Hay quien lo ha vivido de una forma lacónica, viendo como los días pasaban a la vez que se iban mermando sus libertades individuales, quienes han disfrutado del parón, ya que consideran que lo necesitaban y a quienes parar les ha venido muy bien. Por supuesto también están los que lo han vivido con mucha ansiedad por miedo a lo que luego les venía, sobre todo a nivel económico, y los que han tenido miedo al virus, que estos han sufrido por su salud, lo más duro de todo.

Pero ya estamos en Junio y de repente, la situación parece mejorar a pasos agigantados. Ahora las fases ya no van a durar el mismo tiempo que al principio estaba estimado, vamos a poder movernos entre territorios antes de lo que estaba previsto, y aunque siempre bajo el yugo de la amenaza de otro brote, vamos retomando la normalidad antes de lo que nos habían dicho.

Junio es el mes en que empiezan las vacaciones, el mes del comienzo del verano y del calor, y cada año nos trae grandes expectativas de pasarlo bien. Este año también es el mes de la libertad, de poder volver a hacer lo que queramos sin que nos restrinjan los horarios, las personas a las que ver, o los lugares que frecuentar, al menos dentro de unos criterios que los expertos han marcado, pero que parecen cada vez más relajados. Por esto animo a que disfrutemos de este mes más que nunca, siendo conscientes de lo pasado y apreciando cada aspecto de nuestras vidas, ya que este año sí hemos tenido tiempo de valorarlo.