>

Blogs

Ainhoa Cilveti

El trampolín de tu vida

Hacer las tareas amenas

Da lo mismo en qué trabajemos, la condición que tengamos o el entorno familiar en el que vivamos, al final todos en algún momento “tenemos que” realizar tareas que nos resultan engorrosas y que solemos ir posponiendo por lo el esfuerzo que nos resulta realizarlas. En muchos casos, este esfuerzo es más psíquico que físico, ya que el sólo hecho de pensar en que debemos hacerlo nos quita más energía que el esfuerzo que requiere. Por este motivo, y porque es mayormente un tema mental, podemos activar ciertas herramientas para hacer estas obligaciones más amenas.

1.- Realizarlas cuanto antes mejor, retrasar el tener que hacer una tarea nos pesa como si se tratara de una mochila que tenemos que llevar a cuestas, lo que nos va a impedir disfrutar del momento hasta hacerlo, además de quitarnos energía a cada instante que va pasando.

2.- Convertir esta acción en un hábito, del que no tengamos que tomar la decisión de hacerlo cada vez que nos toque ejecutarlo. Aunque solemos decir que debemos ser conscientes de lo que hacemos en cada momento, aquellas actividades que nos resultan engorrosas y que nos producen pereza comenzar a hacerlas, es mejor comenzarlas sin tener que pensarlo. Por este motivo, ponernos en modo automático nos va a ayudar.

3.- Pensar cómo nos vamos a sentir cuando terminemos, lo desahogados que vamos a estar por habernos quitado esa “obligación” de encima y disponer de nuestro tiempo sin compromisos que hacer.  Proyectar nuestras sensaciones en el momento futuro nos sirve de impulso para hacerlo y quitarnos la pereza de comenzar de encima.

4.- Si te cuesta convertirla en hábito, considera que es una decisión tuya hacerlo cuanto antes y siéntete orgullos@ por ello. En este caso ser consciente de lo que hacemos y por qué lo hacemos nos va a ayudar a ejecutarlo, sabiendo que es nuestra voluntad la que estamos activando y sintiéndonos bien por ello.

5.- Tomar noción que retrasar las tareas no las anula sino que, simplemente les otorga más importancia durante todo el tiempo que las estamos postergando. Si hay algo que tenemos que hacer, cuanto antes lo hagamos antes desaparecerá de nuestra vida, aunque sea algo que debamos repetir periódicamente. Le concedemos la importancia y el tiempo que decidamos, y no dejamos que se apodere de más tiempo del necesario para realizarlo.

Recordemos que lo más importante de “gastar” en nuestra vida es el tiempo, todo lo demás puede ser ilimitado, pero las horas y los días que se van no vuelven, por lo tanto, depende de nosotros como pasarlos.

 

Temas

Coaching para todos

Sobre el autor


marzo 2022
MTWTFSS
 123456
78910111213
14151617181920
21222324252627
28293031