Un año más nos encontramos con este cambio de horario, algo que por mucho que me lo expliquen y me lo argumenten sigo sin entender y sin que me guste. Además, cada año salen más voces en contra de este cambio de horario, ya que afecta a nuestra salud, y a la economía de algunos sectores. Pero como parece que de momento poco podemos hacer, y creyendo que al final lo único que defiende son los intereses de algunas empresas con mucho poder, haremos lo que podamos para que nos afecte lo menos posible a nuestra salud.
Tenemos que tener en cuenta, que los trastornos que nos afectan sobre todo son anímicos, y que los físicos podemos gestionarlos llevando una buena alimentación, durmiendo las horas necesarias y haciendo ejercicio. Es decir, haciendo todo aquello que nos ayuda a tener buenos hábitos de vida. ¿Pero qué podemos hacer con nuestro estado de ánimo?
El disponer de menos horas de luz, que oscurezca antes y comience a hacer frío nos hace sentirnos más decaídos y con pocas ganas de hacer cosas. Sin embargo, esto lo podemos utilizar a nuestro favor y hacer cosas diferentes que nos hagan sentirnos bien y tener la sensación de aprovechar estas horas de oscuridad.
El otoño es un periodo de recogimiento en la naturaleza, y esta es una buena propuesta para las personas, seguir el ritmo que la naturaleza nos ofrece y aprovecharlo para descansar. Hay mucha gente que siente su cuerpo y su ánimo sin la misma fuerza que ha tenido durante el verano, y es normal, ya que, durante los meses de primavera y verano, al tener más horas de luz, también causa que las personas se sientan más activas y con ganas de hacer cosas. Por lo tanto, aceptar el momento en el que estamos y aprovechar para descansar o para hacer actividades más tranquilas nos va a permitir recobrar la energía perdida durante los meses anteriores y prepararnos para el frío invierno. Recordemos que, aunque vivamos en ciudades alejados de la naturaleza pertenecemos a ella, y seguir sus ritmos nos ayuda recobrar el equilibrio y recuperar la fuerza.