Antiguamente escribíamos la carta de los reyes magos, en donde poníamos nuestros deseos y como se dice, lo plasmábamos en “negro sobre blanco”. El hecho de escribir lo que queremos es algo más importante de lo que pensamos, ya que desde el momento que comenzamos a redactarlo, comienza a tomar forma y hacerse realidad en un sentido, por este motivo, cuando nos proponemos un objetivo, es importante que lo escribamos, y si es a mano mejor, porque ponemos más atención sobre lo que proyectamos, y por lo tanto, le damos más importancia y vamos a tener una mayor predisposición a conseguirlo.
En muchas dinámicas, tanto de coaching como de PNL, Programación neurolingüística, se pide que se redacte aquello que se quiere conseguir, y esto se debe a que:
Como podéis comprobar, escribir la carta a los reyes magos es algo más importante y poderoso de lo que ingenuamente y desde la inocencia de la niñez podemos creer, ya que en ese momento estamos aprendiendo a redactar y definir nuestros objetivos en la vida.
Por este motivo, animo a que nos sentemos a recapacitar y pensar qué es lo que queremos pedirles a los reyes para el próximo año. Por supuesto, sabiendo ahora que nosotros mismos somos nuestros reyes, además de quienes más nos conocemos y, por lo tanto, quienes mejor conocemos las trabas que nosotros mismos nos podemos poner. Habrá circunstancias externas que no dependan de nosotros, pero también sabemos hasta donde podemos llegar y nuestro potencial para salvar esas circunstancias. Volvamos a nuestra niñez y redactemos la carta de nuestros sueños.