Hace un tiempo que me vienen muchas noticias de adolescentes que no saben muy bien lo que quieren y que hacen lo que les da la gana. Los padres se desesperan, los profesores no pueden con ellos y nadie sabe cómo encaminarlos.

No voy a ser yo quien diga que tiene la receta, ojala fuera así!!! Pero sí creo que como padres tenemos el deber de poner todo el esfuerzo para hacer que puedan encontrar sus propias respuestas.

Como a veces decimos con los niños malcriados, estos también deben tener límites y tienen que saber cuáles son, es nuestro deber darles estos límites por muy difícil y costoso que nos resulte. Admito que muchas de las veces resulta más incómodo, sino una tarea muy ardua, el conseguir que lo entiendan, y más que cumplan las órdenes, pero es algo que debemos hacer. Entiendo, y lo sé por experiencia propia, que es más fácil dejarles hacer lo que quieren, siempre nos podemos consolar con que hay otros peores que los nuestros. Pero también tengo que decir que estoy harta de escuchar a los padres decir que antes no actuábamos así, que las cosas funcionaban de otra forma, que había más respeto a los mayores y así mismos, y que nuestros hijos hacen cosas que nosotros no hacíamos.

Por supuesto, y viviendo la realidad, no vamos a decir que nosotros hayamos sido unos angelitos. Desde luego no es mi caso, aunque reconozco que sin serlo sabía respetar las normas que me imponían. Y creo que ese es el problema, que nuestros padres sí sabían imponernos esas normas y hacérnoslas cumplir, mientras que ahora no lo sabemos hacer o no nos queremos molestar en hacerlo.   

Tenemos la excusa de que ahora pasamos menos tiempo en casa, trabajan los dos padres y sobre todo esa excusa de que cada vez hay más familias desestructuradas y esto afecta al resto de los amigos. Como digo, pienso que no son mas que excusas para no afrontar la realidad, y no insistir una y otra vez en decirles las cosas, que todos sabemos que es muy cansado, pero es la única forma de conseguir lo que queremos, insistir y no decaer en el intento. No tenemos que olvidar que nosotros también fuimos adolescentes, y que su objetivo, para reafirmarse como personas, es llevarnos la contraria en todo lo que digamos, pero esto no significa que no escuchen, y que al final, terminen dándose cuenta de lo que les conviene, y que en esto, a veces sus padres tienen razón en algunas de las cosas que les dicen.