Aunque pensábamos que la pandemia se estaba terminando y que estas Navidades las íbamos a poder disfrutar sin preocuparnos en contagios y en tener que sufrir restricciones, parece que no va a ser así, y aunque los dirigentes que nos gobiernan no se ponen de acuerdo en qué medidas deberíamos seguir, está claro que no van a ser unas Navidades normales. Y ahora nos toca decidir a nosotros cómo queremos que sean, independientemente de las restricciones que tengamos.
No podemos fingir que la pandemia no existe y que no debemos tener cuidado, tampoco que existe la posibilidad de contagio o de tener que estar confinados, pero dentro de nuestras posibilidades podemos decidir qué hacer y cómo hacerlo para disfrutar lo más posible estas fechas. Habrá a quien le parezca mal que hable de disfrutar en esta situación, pero recordemos que lo importante para cada uno es estar lo mejor posible, da lo mismo si es confinándose en casa solo o compartiendo tiempo con los seres queridos. Y en este sentido debemos trabajar para encontrarnos bien y poder decidir qué actitud queremos tomar para sentirnos bien.
Sabemos que nos encontramos en una nueva ola que esperamos que no sea tan importante en número de casos graves y hospitalizaciones como las anteriores, por lo que puede se que en pocas semanas podamos tener datos mejores para poder realizar estas celebraciones con mayor tranquilidad y seguridad. También habrá quien decida suspender por completo la Navidad, evitando así reuniones que no le son muy gratas y gastos superfluos. También este año contamos con los tests de antígenos que nos podemos hacer antes de sentarnos a la mesa con otras personas, eso sí, aquí deberíamos tener un plan B por si resulta que finalmente alguien da positivo y hay que cancelar la celebración. Sea como fuere, lo más importante como ya he dicho antes, es que nuestra decisión sea coherente con nuestra forma de pensar para que nos sintamos bien, y que lo hagamos desde la tranquilidad de saber que nuestra elección es la mejor para nosotros. No tenemos por qué hacer nada que no queramos o no nos parezca bien, y está claro que cada vez debemos dar menos explicaciones para conseguirlo.
Por eso, a pesar de las circunstancias que otro año más nos acompañan, animo a todos a que disfrutemos de estos días como mejor nos parezca y más disfrutemos, porque no olvidemos que son días de fiesta para desconectar y recargar energía y poder comenzar el próximo año llenos de fuerza y esperanza.