La semana pasada comenzaron las vacaciones escolares, y con ellas, la preocupación de muchos padres de cómo gestionar estas de la forma más adecuada, para sobrevivir a ellas sin que la familia se sienta resentida por ello. Aunque no me gusta dar consejos, sí que voy a daros unas pautas que se trabajan en el despacho, para que podáis disfrutar de esta época del año que solemos estar esperando todos con tanta ilusión.
1.- Sentarse en familia para transmitir la necesidad de todos a tener un periodo vacacional agradable. Si es necesario, convocar una reunión, puede ser en una cena agradable en casa, para hacerles comprender que toda la familia necesita disfrutar del verano y que para ello hay que establecer unas reglas.
2.- Hacerlo al principio del verano, para que todos podamos tomar nota.
3.- Establecer las pautas y reglas que tengan que cumplir cada miembro de la familia: tareas a repartir, horarios que cumplir,…
4.- Transmitir el deseo de que todos podemos colaborar en este objetivo común.
5.- Especificar los cambios dependiendo de las actividades semanales.
El verano, aunque parezca largo y con muchas cosas para hacer, termina siendo corto, sobre todo, teniendo en cuenta que hoy en día, los niños hacen un montón de actividades durante el verano. Al final, a los padres, nos queda poco tiempo para compartir con ellos los días libres, pero es lo que hay, y debemos enseñarles a compartir cada minuto en familia y con los amigos, que también son muy importantes.
Que ellos se hagan responsables de su verano, ayuda a que lo podamos disfrutar todos en familia. Por supuesto, ellos tienen que descansar, vaguear, y sentir que están de vacaciones, pero también tienen que entender que sus padres no disponen de tantas vacaciones, y que sienta mal, después de estar todo el día trabajando, llegar a casa y ver que no han hecho nada. Por este motivo, establecer reglas para una buena convivencia, les ayuda tanto a ellos como a nosotros. No olvidemos que marcar reglas a nuestros hijos es algo positivo, y lo que es más importante, y a veces olvidamos, ellos necesitan de esas reglas para sentirse seguros en el ámbito familiar. Todos, o casi todos, tenemos la referencia, de algún amigo al que no se le exigía lo que a nosotros en casa, pero esto no implicaba que se sintiera mejor, sino todo lo contrario, sentíamos que estaba más solo. Por lo tanto, no nos cortemos en decir a nuestros hijos cuales son las reglas para este verano, ellos nos lo van a agradecer, aunque parezca que sea lo contrario. Aprendamos como padres a establecer desde el primer momento los criterios para disfrutar de un buen verano.