Cada vez me encuentro con más casos en los que uno de los componentes de una pareja quiere dejar al otro sin atreverse a dar el paso. Temen a:
Parece que todo son problemas para dejar a esa persona de la que no están enamorados, pero que sin embargo, por una cosa u otra, se sienten atados, aunque a veces sea algo tan pragmático como no poder seguir manteniendo la casa donde viven.
Sin embrago, estas personas, son conscientes que su pareja no les hace felices, por lo tanto, tampoco lo puede ser la persona con quien comparten la vida, ya que no se puede dar aquello que no se tiene. A veces, sienten que están haciendo mal, que hacen que la otra persona sufra, y sin embargo, parecen no darse cuenta que lo mejor que podemos hacer cuando algo no funciona es terminar con ello.
Es verdad, que la sociedad, sobre todo antes, daba por sentado que una pareja que no funciona supone un fracaso, cuando no tiene por qué ser así. Una relación, mientras funciona está bien, puede ser un éxito, pero mayor éxito es saber acabar con las relaciones de pareja cuando estas dejan de serlo. Creo que lo mejor que puede hacer nadie es ponerle fin a la relación cuando uno se da cuenta que ya no puede ofrecer lo que la otra persona se merece, y es mejor dejar a esa persona y darle la oportunidad de que otra persona se la dé.
Creemos estar haciendo un favor a la otra persona por no abandonarle, y no hay nada más egoísta que esto, ya que en el fondo, lo único que estamos haciendo es evitar sentirnos culpables, mientras que impedimos que la otra persona se desarrolle por ella misma o dándole la oportunidad de que alguien más le demuestre su amor.
Acabar con una relación no es ningún fracaso, sino un paso más en nuestra vida, de la que tenemos que aprender, y guardar lo mejor. Esto siempre lo podremos llevar en nuestro recuerdo, esa persona a la que quisimos y con la que compartimos, y que puede ser un amigo, dejando que sea libre haciendo su vida. Este es el verdadero éxito de una pareja. Por supuesto, esto no significa, que si queremos a alguien de verdad, no luchemos por mantener esta relación viva día a día.