En las últimas semanas, me he encontrado en el despacho con un caso de una empresa en la cual una de las personas que trabaja, está totalmente involucrada con lo que hace, hasta el punto, que en sus días libres también se dedica a mejorar ciertos aspectos de la empresa, mientras que, la dirección no es capaz de ver esta circunstancia, incluso, considera que existe un cierto “pasotismo” en su conducta. ¿Cuál es el problema? Sin lugar a dudas, existe un conflicto en la comunicación entre la dirección y los trabajadores, pero sobre todo, este trabajador debe aprender a transmitir lo que hace.
“La mujer del César no sólo debe ser honrada, sino además parecerlo.”
Este dicho me vino a la cabeza cuando tratamos este tema, ya que la persona en cuestión, no era capaz de darse cuenta lo que transmitía y lo que la empresa recogía por su conducta, no pudiendo hacerles cambiar de opinión por mucho que cada vez se esforzara más. Intenté transmitirle la reflexión que esta frase recoge, que a veces, no sólo se trata de hacer bien las cosas, incluso muy bien, sino de que los demás capten esta idea.
Nos han enseñado, que nos tenemos que limitar a hacer bien nuestro trabajo sin tener que ir “cacareándolo” por ahí. Pero, el hacer bien las cosas no siempre es suficiente, a veces, para lograr el resultado que deseamos con nuestro esfuerzo, es necesario anunciarlo y dejarlo bien claro, para que no pase inadvertido. Los profesionales del marketing y de la publicidad saben mucho sobre este tema, y tienen claro, que una empresa no vende sólo con hacer un buen producto, que también es muy importante, sino que también d
Por lo tanto, debemos aprender a ser buenos publicistas de nuestro trabajo, sobre todo, en aquellos casos en l
os que nos estamos esforzando por encima de lo que se nos exige, que no caiga en saco roto, y como en este caso en particular, que la dirección se entere de lo que su trabajador está aplicándose por el bien de la empresa.eben dar a conocer el producto, para poderlo vender.