En estos días me ha llegado el caso de una persona que ha estado trabajando en un proyecto para tener una buena nota. Resulta, que la profesora de esta persona ha decidido puntuar estos trabajos de forma muy exigente, lo que ha hecho que cuando le ha llegado a esta persona su nota final del trabajo, estuviera suspensa. Ella no lo ha aceptado, no ha querido quedarse con la calificación que su profesora le ha puesto, y ha decidido luchar por hacer que se le volviera a recalificar su proyecto.
Esto, para los que nos hemos visto en esta misma situación, sabemos que puede resultar muy peligroso, ya que muchas veces, los profesores no quieren dar su brazo a torcer una vez que han fijado una nota. Sin embargo, esta persona ha conseguido que su profesora pudiera ver otros aspectos de la calificación, e imagino, que en parte, por la testarudez que esta chica ha demostrado.
El saber defender un trabajo es algo muy importante, ya que cuando alguien se atreve a hacerlo, normalmente es porque está seguro de que merece la pena y que puede hacerlo. Es difícil defender algo en lo que no se cree, por lo que la persona que decide hacerlo, está demostrando que:
–Cree en su trabajo.
– Sabe de la materia lo suficiente para defenderlo.
– Considera que su poder de persuasión es suficiente como para convencer a la otra persona.
Yo no he tenido más que felicitar a esta persona, no porque considerara que tenía razón, no he leído el proyecto, sino por su insistencia en conseguir lo que quería y luchar por ello. Aunque el trabajo no estuviera bien, esta capacidad dice mucho de esta persona, de su insistencia en creer en si misma y en lo que había hecho, y lo que considero más importante, el haber tenido que defenderlo, le ha hecho tener que profundizar más en la materia, con lo que estoy segura que al finalizar este proceso, ha terminado por aprender sobre ella, que es al fin y al cabo, lo que se pretendía con el trabajo.
Con esto, no quiero animar a todos los que hayan suspendido alguna materia en hacer una revisión de la misma, pero sí para aquellos que consideren que es injusta la nota que se les ha otorgado. Muchas veces, tanto a nivel personal como profesional, lo he sugerido, y creo que ya que el “no“ se tiene, el suspenso, cuando alguien considera que no es justo, no tiene nada que perder, y menos cuando se es capaz de justificarlo.