El otro día un empresario me comentaba la desesperación que sintió cuando un trabajador de su propia empresa le dijo que no se podía realizar un trabajo que él sabía perfectamente que se podía hacer y cómo hacerlo. Tuvo que contestarle que era posible y que si él no era capaz, le podía enseñar, pero que por favor no dijera que no sin cerciorarse de antemano. El enfado y la preocupación de mi cliente no viene sólo porque le contestara a él que no, sino porque se temió todas las veces que a los clientes se les daba esta respuesta cuando los proyectos que se proponían eran posibles, eliminando la posibilidad de lograr más trabajo para la empresa, y dando una mala imagen de esta. Cuando el cliente consiguiera que le hicieran el trabajo en la competencia, probablemente su opinión sobre esta empresa no sería buena, y casi seguro que no volvería a contar con ellos. Cualquier empresario sabe la importancia de fidelizar un cliente, porque si ya es difícil conseguir uno nuevo, más difícil es lograr que se quede.
Por este motivo, este empresario ha decidido “invertir” tiempo en explicar a sus trabajadores todos sus conocimientos, haciendo que sean una prolongación de él mismo, al menos en cuanto a su experiencia profesional, o al menos, lo que se puede transmitir de esta, y sobre todo, hacerles entender que antes que decir que no a un cliente, hay que buscar otras alternativas para llevar a cabo los proyectos. Quiere hacerles entender, la importancia de dar buena imagen de la empresa, de lograr nuevos proyectos con nuevos clientes y de fidelizar a los que ya tienen. Que el beneficio de la empresa se traslade al de cada uno de sus componentes, y la importancia de que remen todos a una. Por supuesto, esto es lo que quiere cualquier empresario, pero no siempre es fácil transmitir estas ideas y la motivación suficiente para lograrlo. Si así fuera, se evitarían muchos problemas en muchas empresas, pero como debemos pensar en positivo y en avanzar, esta persona se ha propuesto dedicar unas horas a la semana exclusivamente a este propósito, sabiendo que cuando lo consiga lo invertido le retornará de forma exponencial haciendo que la involucración de sus trabajadores sea mucho mayor y por lo tanto los resultados del balance a final de año también. Además, aunque siempre deberá estar presente en este objetivo, podrá disponer de más tiempo para dedicarlo a que la empresa continúe avanzando de forma innovadora.