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Brasil, ¿cómo afecta la posible destitución de Rousseff a la economía del país y a nuestras empresas?

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Cuando estamos a pocos meses del comienzo de las Olimpiadas de Brasil donde el país quedará expuesto a las miradas de medio mundo todavía siguen siendo actualidad los titulares de finales del año pasado (además del escándalo Petrobras) que citaban “La presidente de Brasil, Dilma Rousseff, se enfrenta a un juicio político”. Juicio que llega en un momento en el que la crisis económica y política se agrava en la mayor economía de América Latina y la séptima mayor economía del mundo.

 

Y, aunque en un primer vistazo parezca que la inseguridad política está creando un escenario confuso para la economía del país, en realidad parece que los expertos internacionales opinan que podría ser incluso bueno para el futuro del país, ahora bien, a medio-largo plazo. Pero, analicemos brevemente los hechos:

 

¿Qué es exactamente el impeachment process o proceso de destitución de Rousseff exactamente?

 

Russeff, actual Presidenta de Brasil

El 2 de diciembre de 2015, un congresista conservadora abrió el proceso de destitución contra la presidenta de la izquierda moderada, Dilma Rousseff. Los procedimientos de la acusación se iniciaron cuando el partido de Cunha, el centrista Partido del Movimiento Democrático (PMBD), rompió relaciones con el Partido de los Trabajadores de centro-izquierda de Rousseff (PT) en septiembre de ese mismo año. La petición fue presentada por varios juristas, entre ellos Helio Bicudo, uno de los fundadores del PT.

 

Lo que esto significa básicamente es que el Congreso de Brasil va a investigar las acusaciones de corrupción que hay en su contra y a nivel personal. Y en base a los resultados de dichas investigaciones el Congreso votará sobre si debe ser destituida de su cargo. El procedimiento ya a final del 2015 se preveía largo y complejo. Bien, Brasil observa ya la reacción de los mercados y espera la respuesta de la propia Dilma Rousseff a la apertura del proceso de destitución de la presidenta, que anoche (17 de Abril de 2016) aprobó el Congreso brasileño. Por lo tanto, el impeachment ya está en marcha y camina hacia el Senado, donde a partir de mayo Rousseff probablemente será apartada del cargo manera provisional durante 180 días hasta que las Cámaras decidan sobre su futuro político.

 

Ahora bien, ¿Qué pasará si finalmente Rousseff es destituida? Si el juicio político contra Rousseff tiene éxito, su vicepresidente, Michel Temer, se hará cargo hasta que llegue a su fin en 2018.

 

Y ante esta solución a la coyuntura la pregunta que nos surge es entonces, ¿por qué importa tanto entonces y qué impacto tendrá en la economía del país y en la región?

 

El descontento, el pesimismo y la palabra crisis entre los brasileños describen la repentina caída de un país que siempre se había visto como imagen de las economías en desarrollo, una economía más grande que la India, Rusia y Canadá e incluso, considerada en ocasiones la próxima superpotencia económica mundial después de la ruta trazada por china. Y la culpa parece caer de lleno en Rousseff, con cifras de crecimiento que han ido reduciéndose a un solo dígito. Por ello, algunos opinan que si Rousseff no sobrevive a juicio político es casi seguro que incremente las malas noticias actuales en niveles tanto políticos como económicos. Incluso hay economistas que opinan que será la peor recesión que sufra el país desde la década de 1930. Y no olvidemos que Brasil es el motor económico de la región.

 

La Sra. Arretche, es también de esa opinión citando públicamente que el juicio político contra Rousseff no haría más que incrementar la inestabilidad política y económica del país.

 

Pero, ¿hay también quien opina que Brasil estaría mejor sin Rousseff?

 

Ha quedado claro que Brasil está sumido en una profunda recesión y la falta de apoyo del Congreso a Rousseff significa que ella está luchando por sacar adelante su política de recortes en el gasto público.

 

Previsiones económicas para el 2016. Fuente: IBGE y Banco Central. Go Asociados

 

Las estadísticas oficiales brasileñas a finales del 2015 mostraron que la producción industrial cayó un 0,7 por ciento respecto al mes anterior y un 11,2 por ciento respecto al año anterior; el país registró un récord de 4,5 por ciento de caída del PIB en el tercer trimestre. Y economistas internacionales estiman que la economía se contraerá en casi un 4 por ciento en 2016, y los hogares, las empresas y el gobierno seguirán reduciendo sus gastos. Si olvidarnos de una depreciación de la divisa del 29,69% y los elevados niveles de inflación y desempleo.

 

Sin embargo, al poco de que el Parlamento autorizara del proceso de impeachment (destitución) contra la presidente Rousseff, la Bolsa de San Pablo reaccionó con satisfacción subiendo un 4,08 por ciento, y el aumento de las acciones de Petrobras superaron el 7 por ciento.

 

Pero si el vicepresidente Michel Temer, quien sería el próximo en línea para la presidencia si Rousseff se sometido a juicio político, ¿gozará de un apoyo más amplio que le permita sacar adelante las reformas económicas? Los expertos opinan que “El letargo actual es probable que se mantenga, con la permanencia de la incertidumbre en los frentes político y económico”

 

Por lo tanto, parece que a largo plazo, las perspectivas de Brasil podrían mejorar si se vota y elige a un nuevo gobierno en las próximas elecciones previstas para el 2018. Y esto mismo dejó caer en una conferencia Eduardo Yuki, director de soluciones de inversión de BNP Paribas Asset Management en Sao Paulo cuando declaró que “Brasil es una democracia. Si los brasileños no les gusta la situación actual, ya saben lo que tienen que hacer”. Y, más tarde agregó “Una vez que el Congreso mejora, la situación mejorará y que podría mejorar muy rápidamente.

 

Y André Leite, economista de TAG Investimentos en San Pablo, también compartía esa misma opinión tal y como afirmó a la AFP “Todo lo que está pasando en Brasil (la investigación en Petrobras, la apertura del proceso de impeachment) son acciones muy dolorosas para el país a corto plazo. Traen mucha paralización, muchas incertidumbres para la economía, pero creemos que van a ser muy positivas en el medio y largo plazo y que el país va a salir fortalecido”.

 

Y, hoy, a 19 de Abril de 2016 y solo a dos días de la noticia, la reacción de los mercados financieros a un proceso que crea inestabilidad en el país es una de las claves para medir el impacto que el proceso de destitución de Rousseff. Pero ya ayer, Paulo Skaf, líder del más influyente grupo empresarial de Brasil (Fiesp), celebraba que la Cámara hubiese votado a favor del juicio político contra la presidenta por considerar que de esta forma se ha cumplido “la voluntad del pueblo brasileño”.

 

Y, estimaba además que “la salida de Rousseff dinamizará la economía brasileña. “A partir de mañana ya se verán las expectativas positivas” del mercado, que la pasada semana ya reaccionó favorablemente con “la subida de la bolsa y la caída del dólar”, el cual se situó en su menor nivel de cotización del año frente al real.

 

 

Bolsa de Sao Paolo, Brasil.

Y, ¿cómo afecta la situación actual a las empresas vascas?

Algunos opinan que la coyuntura actual, y a corto plazo, está forzando a algunas empresas a decidir volver. Pero como algunos empresarios que llevan años implantados en el país comentan de forma casual, “peor tampoco podemos ir”. Por lo tanto, ¿la decisión de retorno quizás se deba a otros problemas encubiertos? fiscalidad, partnerships, contactos gubernamentales,, etc, de esta gran economía de oportunidades que para muchas empresas vascas, sobre todo las Pymes que cuentan con recursos más limitados, no ha sido tan fértil como el Amazonas que les habían prometido.

 

Pero aunque las perspectivas de los economistas internacionales y a medio largo plazo parecen positivas, los analistas alertan igualmente sobre la complejidad del proceso y un futuro político incierto al que se enfrentará la séptima economía del mundo. Una incertidumbre a la que tendrán que enfrentarse las empresas vascas afincadas en el país y que cuenten con recursos para poder sobrellevar la coyuntura actual por un beneficio a largo. Ya que el mercado, aún con sus problemas políticos (¿qué país no los tiene últimamente?) sigue ofreciendo oportunidades.

Y seguramente con esa visión a largo nuestras empresas siguen apostando por la inversión y por la consolidación de su presencia en el mercado. Ejemplo de ello es la inversión de 75 millones de Euros de nuestro fabricante líder de autobuses para fabricar su producto más innovador, el autobús eléctrico, fabricado íntegramente con tecnología propia. El objetivo de la empresa sería alcanzar el 20-25 % de la cuota de mercado en los próximos 5 años y del 80% de sus ventas internacionales, Brasil (que además cuenta con planta productiva en el país) seguirá siendo un mercado importante.

 

Por lo que considero que el potencial del país,  sobre todo para las empresas de tamaño, de proyectos de volumen (incluso para los de infraestructura que sean susceptibles a las políticas de recorte), y con presencia internacional diversificada, seguirá siendo elevado. No olvidemos que al margen de los problemas políticos y la recesión, el país olímpico seguirá estando entre las top 10 potencias mundiales.

 

Puedes seguirme en Twitter @idoiaiturbe o @Globalikbg

 

 

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Experiencias, curiosidades y reflexiones sobre internacionalización, emprendimiento y liderazgo.

Sobre el autor

Nómada impulsora de la internacionalización; innovadora y global al tiempo que cercana y comprometida; emprendedora, fundadora de Globalik Business Group, profesora de Deusto Business School. // A pro-internationalization millennial nomad; global and innovative while personable and committed; entrepreneur, founder of Globalik Business Group and lecturer at Deusto Business School.


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