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Asier Manrique

El fotograma

Días de Festival 2: 'El hombre de las mil caras', 'I Am Not Madame Bovary', 'The Oath' y 'Vivir y otras ficciones'

Segundo día de Zinemaldia y la lluvia sigue acompañándonos a los cinéfilos entre película y película. En esta segunda jornada hemos podido ver 4 películas de la Sección Oficial muy diferentes, pero cargadas todas ellas de una crítica política y social considerable. Desde las corruptelas de ‘El hombre de las mil caras’ al papel de los padres en la educación de sus hijos en ‘The Oath’, pasando por el drama del divorcio en clave de poesía oriental en ‘I Am Not Madame Bovary’ y la búsqueda de felicidad en ‘Vivir y otras ficciones’. Todas ellas mejoran el nivel medio mostrado en el primer día y nos dejan con ganas de más cine.

EL HOMBRE DE LAS MIL CARAS

Título original: El hombre de las mil caras

Director: Alberto Rodríguez

Duración: 123 minutos

Reparto: Eduard Fernández, José Coronado, Carlos Santos, Marta Etura y Emilio Gutiérrez Caba

País: España

Género: Thriller

Sinopsis: El hombre de las mil caras es la historia del hombre que engañó a todo un país. Una historia de tramposos e impostores inspirada en hechos reales. Francisco Paesa, uno de los personajes más intrigantes de las últimas décadas, ha sido hombre de negocios, banquero en Suiza, traficante internacional de armas, gigoló, playboy, diplomático, aventurero, estafador y agente secreto: un espía. En 1995 Luis Roldán y su mujer le contratan para ocultar 1.500 millones de pesetas sustraídos de las arcas públicas. Con la ayuda de Jesús Camoes, su inseparable socio, organizará una brillante operación donde la verdad y la mentira tienen límites difusos.

La película de Alberto Rodríguez (La isla mínima) ha llegado a San Sebastián con mucho predicamento. En general el público ha recibido bien a la película con sendas ovaciones en sus dos pases en el día de hoy. La película se presta al interés del público, aunque cae en vaguedades y errores que lastran el resultado final.

Rodríguez da el paso de contar una de las historias más tremendas que España vivió a mediados de los años 90. La gota que terminó por colmar el vaso del Gobierno de Felipe González fue el caso de Luis Roldán, aquí detallado. La película se atreve a meter ciertos personajes públicos como Juan Alberto Belloch, entonces superministro de Justicia e Interior y, posteriormente, alcalde de la ciudad de Zaragoza durante 12 años. Pero termina sin implicar realmente a actores políticos de renombre que tomaran parte en las negociaciones, negociaciones que “jamás” existieron.

La indefinición política, por no querer meter la pata, tal vez, también se sufre en un indefinición generalizada entre los personajes. Tenemos los actores principales, Roldán, Paesa, Camoes, la mujer de Roldán, Belloch… pero desconocemos cómo llegan hasta ahí, por qué están ahí y qué les une entre ellos. Especialmente resaltable es la nula explicación de la relación entre Paesa y Camoes. No sabemos qué une a los personajes interpretados por Eduard Fernández (Lejos del mar) y José Coronado (El Cuerpo), cómo se llegan a conocer y qué beneficio saca, especialmente Camoes, de su relación con Paesa.

Obviando estos aspectos, nos encontramos ante un thriller disfrutable, aunque peca de largo. La primera hora fluye bien, y la segunda se divide en unos 40 minutos donde el ritmo general se ralentiza demasiado, y unos 10 minutos finales donde vuelve a remontar. Buena elección de la música, buena calidad técnica.

I AM NOT MADAME BOVARY

Título original: Wo Bu Shi Pan Jinlian

Director: Xiaogang Feng

Duración: 128 minutos

Reparto: Fan Binbing, Guo Tao, Da Peng y Zhang Jiayi

País: China

Género: Comedia

Sinopsis: Li Xuelian y su marido Qin Yuhe montan un falso divorcio para obtener un segundo apartamento. Seis meses después, Qin se vuelve a casar con otra mujer. Llena de ira, Li presenta una demanda que pierde, porque el divorcio cumplía con los procedimientos legales. Y además Qin la acusa de haber sido impura en su noche de bodas. Una década después, sin que el matrimonio ni su reputación se hayan restaurado, Li viaja a la capital durante el Congreso Nacional del Pueblo para completar su absurdo periplo de diez años por el hijo que no tuvo.

Se ha puesto de moda esto de jugar con la relación de aspecto. Xavier Dolan (Yo maté a mi madre) lo utilizó con coherencia y sentido en ‘Mommy’, pero aquí es más un recurso estético que propio del relato. Tenemos la pantalla en círculo prácticamente todo el tiempo, combinándolo con la pantalla cuadrada (1:1) en las escenas en Pekín y los últimos minutos de la cinta en la pantalla ancha a la que tan acostumbrados estamos.

La película china, firmada por Xiaogang Feng, es un ejemplo más de la cadencia y ritmo lento del cine chino. Las escenas se prolongan mucho, las transiciones son pausadas y los movimientos de cámara son lentos. No es que una película con este ritmo sea mala, no, es que el espectador occidental medio no está acostumbrado a esta manera de relatar una película.

Se puede enmarcar a ‘I Am Not Madame Bovary’ como comedia por algún que otro puntazo que tiene en sus más de dos horas de metraje. Consigue dibujar la sonrisa en el espectador y sacar alguna que otra carcajada tímida. La misma idea en manos de un realizador occidental hubiese ganado en ritmo y comicidad. Así y todo, la única propuesta china en la sección oficial supera con creces la propuesta del mismo país que el año pasado se proyecto, Back To The North, aquella sí que invitaba a echar una buena siesta.

THE OATH

Título original: Eiðurinn

Director: Baltasar Kormákur

Duración: 110 minutos

Reparto: Baltasar Kormákur, Hera Hilmar, Gísli Örn Garðarsson, Margrét Bjarnadóttir, Auður Aradóttir, Guðrún Sesselja Arnardóttir, Þorsteinn Bachmann y Ingvar Eggert Sigurðsson

País: Islandia

Género: Drama / Thriller

Sinopsis: Finnur es un cardiocirujano de éxito y tiene dos hijos. Su vida familiar empieza a complicarse cuando su hija Anna inicia una relación con un traficante de drogas muy manipulador. Como el control del novio sobre Anna y sobre toda la familia es cada vez más estrecho, Finnur se ve obligado a tomar medidas drásticas.

La dósis islandesa en el 64 Festival de San Sebastián recuerda demasiado a ‘Prisioneros’, película que también se presentó en su momento en Donostia.  Su planteamiento es su gran piedra en el camino, ya que no sorprende por ningún lado. Thriller típico y con un esquema también típico que poca novedad aporta al mundo del thriller.

En cambio su gran potencial viene de ser una película rodada en Islandia. Este país, tan de moda en televisión por ‘Juego de Tronos’ y ‘Sense8’, enamora con cada plano. La fotografía es espectacular, quita el hipo y se convierte en un personaje más de la película.

‘The Oath’ navega entre lo típico y lo previsible. Impregna todo el guion de giros altamente violentos, ilustrando el cambio de actitud del padre sobreprotector de su hija. La película de Baltasar Kormákur, director y protagonista de la cinta, plantea el complicado dilema para los padres de hasta qué punto el destino de sus hijos les pertenece. Que cada uno saque las consecuencias que quiera al verla.

VIVIR Y OTRAS FICCIONES (Sección oficial – Proyección especial)

Título original: Vivir y otras ficciones

Director: Jo Sol

Duración: 81 minutos

Reparto: Pepe Rovira, Antonio Centeno, Arántzazu Ruiz y Ann Perelló

País: España

Género: Drama

Sinopsis: Pepe ha salido del psiquiátrico tras cumplir condena por robar para trabajar. Su necesidad de encajar en un mundo sin sentido se convierte en una tarea desesperada. Antonio, escritor tetrapléjico, lucha por el derecho al acceso al propio cuerpo y por la sexualidad de las personas con diversidad funcional, despertando los prejuicios de su entorno más cercano. La amistad entre Antonio y Pepe interpela nuestra mirada sobre la vida y nos invita a reconocernos como anomalía.

En este día de reivindicaciones en la Sección Oficial, no podía faltar el grito de “aquí estamos, somos personas como todos los demás” de la película de Jo Sol. El filme catalán consigue meter al espectador en ese mundo de una persona tetrapléjica y un hombre que ha salido del psiquiátrico y buscan su lugar en el mundo.

La película lo que relata, básicamente, es la búsqueda de la felicidad por parte de sus protagonistas. No se trata de una búsqueda material. No intentan tener una casa más grande, ni más dinero. La búsqueda de la felicidad puede venir de algo tan cotidiano como que te hagan una paja o poder cantar una canción. Y este es el mensaje que Pepe Rovira y Antonio Centeno transmiten mejor, el de que vivir es cosa de pequeñas cosas que hacen  que nos sintamos humanos.

La cinta navega entre los momentos tragicómicos y la emoción absoluta. Especialmente intensas son las escenas donde Pepe Rovira aguanta la cámara mientras suena la música. De nuevo, también, pocos medios, pero un momento que consigue condensar con gran acierto la emoción que requiere esta historia.

Cine de ayer, hoy y de siempre en El Fotograma

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