Se va un ‘pedacito’ de atletismo guipuzcoano. Quizás con el término ‘pedacito’ me estoy quedando corto. El vacío que deja la muerte de José Antonio Peña a los 62 años de edad debido a un cáncer de estómago es enorme. Juez, directivo y, sobre todo, entrenador, ‘creador’ de atletas. Un hombre que durante décadas ha hecho todo lo posible por el atletismo en Gipuzkoa; tanto como muy pocos. Alma máter de este deporte en el Goierri.

Muchos coinciden en decir que Peña (por su apellido se le conocía por las pistas) era un gruñón, pero un buen gruñón. Una persona dispuesta a ayudar y hacerlo de corazón: a las federaciones, a los clubes y, sobre todo, a los atletas. Esta última temporada se le ha visto menos por su hábitat, las pistas. El cáncer podía con él, aunque no con los muchos jóvenes talentos que pasaron por sus manos y que continuarán corriendo, saltando, lanzando… ¡Dándole sentido al atletismo y haciendo que ese ‘pedacito’ que se va se sienta orgulloso!

A lo largo de las últimas horas han sido muchos los comentarios en recuerdoque he visto hacia él: de federaciones, de clubes y, claro, de atletas, sin importar cuál fuera su equipo. Sin duda, agradecimientos a su enorme labor.

De él, yo me quedo con un recuerdo (todos tendréis alguno de Peña; por eso era diferente):

Cuando comencé a escribir de atletismo oficialmente para El Diario Vasco, hace menos de un año, me crucé con él en el Velódromo y me dijo: “A ver si consigues que tengamos más hueco en el periódico. Desde el Txindoki te vamos a ayudar en lo que necesites”. Al poco tiempo, mandé al club, al Txindoki, un email con una duda sobre una inscripción de una de sus atletas (la joven Nora Tobar). Pocos minutos tardó en sonarme el teléfono. Recordad: siempre dispuesto a ayudar.

Funeral: Iglesia Parroquial Santa María de la Asunción, Ordizia. 19.00 horas del lunes.

Estoy seguro, y creo que no me equivoco si hablo en nombre del atletismo guipuzcoano, que se le echará de menos. Gracias a personas como José Antonio Peña este deporte sigue adelante.