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Lorenzo Mejino

Series para gourmets

The Young Pope: La gran belleza papal

El aterrizaje de prestigiosos realizadores cinematográficos en el medio televisivo es una de las principales tendencias de los últimos años, pero pocos proyectos han levantado la expectación de “The Young Pope”,  la miniserie concebida, escrita y dirigida por Paolo Sorrentino, el director napolitano que despierta pasiones encontradas en forma de encendidos elogios o de furibundas críticas, por ese estilo tan personal y particular que desarrolla en sus creaciones.

“The Young Pope” no ha defraudado ni a sus incondicionales ni a sus detractores, dándoles amplía munición para atrincherarse en sus respectivas posiciones porque la complejidad de la miniserie les permitía tener argumentos suficientes para defenderla como una obra genial o como un ejercicio de vanidad y narcisismo, según lo que quisieran ver.

En mi caso, al no haber visto absolutamente nada de la obra previa de Paolo Sorrentino, llegaba completamente virgen y sin ideas preconcebidas ante lo que me podía encontrar en la pantalla.

El resultado, como me suele suceder en estos casos, es un termino medio entre ambas posturas encontradas, que para el caso de “The Young Pope” podría definir como la sensación de pasear por una pinacoteca o un museo con cuadros o frescos maravillosos, al lado de otros que no merecen ni cinco segundos de mi atención que conforman un relato global bastante inconexo narrativamente, pero de una gran belleza formal, como les voy a analizar en la segunda entrega de nuestra semana papal.

Ficha: The Young Pope 10+ episodios.   Oct 2016–. Sky Atlantic ( Europa)/HBO (USA)- HBO (E)

Sinopsis:  Lenny Belardo es el joven arzobispo neoyorquino, que es elegido con gran sorpresa para todo el mundo, como el nuevo papa en el conclave vaticano, gracias una serie de acuerdos y componendas bajo mano, orquestadas por el cardenal Voiello, el secretario de Estado del Vaticano, que solo aspira a seguir controlando desde la sombra todos los aspectos cotidianos del estado religioso.

El tiro les sale por la culata, cuando el nuevo papa, bajo el nombre de Pio XIII, se convierte en un personaje impredecible y dispuesto a dinamitar y hacer saltar por los aires muchos de los dogmas y avances sociales recientes de la religión católica, para volver a sus raíces más integristas y conservadoras lo que enciende las alarmas de todo el mundo, desde los creyentes hasta los políticos pasando por toda la curia desconcertada y traicionada por el nuevo papa.

El inicio: Paolo Sorrentino inició su fulgurante carrera cinematográfica a principios de este siglo, convirtiéndose en el niño mimado del festival de Cannes, donde llevaba sus nuevas películas en olor de multitudes y en el caso de “El Divo” o “La Gran Belleza” como preludio de una gran carrera internacional que le ha proporcionado hasta un Oscar a la mejor película extranjera en 2013 por “La Gran Belleza¨

En 2012 tras finalizar el montaje de su película mas premiada, Sorrentino fue contactado por Lorenzo Mieli, el director de la productora Wildside, que le propuso como proyecto, una miniserie basada en la vida del padre Pio, un monje italiano muy popular pero que a pesar de existir algunas sospechas de fraude fue canonizado en 2002.

La respuesta de Sorrentino fue que ese personaje no le interesaba, pero en cambio si que podría hacer algo centrado en el Vaticano, lo que entusiasmó a Mieli, que empezó a buscar socios para financiar el proyecto entre las cadenas mas importantes transeuropeas como Sky Atlantic, socios españoles como Mediapro o el gigante estadounidense HBO.

La idea de Sorrentino era hacer algo a a medio camino entre las habituales vidas de santos hagiográficas que se hacían en la televisión comercial italiana, donde el Vaticano es algo sagrado y no se puede tocar, y la visión de Hollywood del papado, casi siempre centrada en escándalos y corrupciones diversas como fuente de conflictos.

Por ello empezó a escribir su guión pensando en los cambios que representaría la elección de un papa completamente diferente al existente, que en ese momento era el conservador Benedicto XIII ( el alemán cardenal Ratzinger) .

La renuncia de Ratzinger y la elección del argentino Jorge Bergoglio como el papa Francisco, mucho mas cercano a la gente y con claras tendencias progresistas, obligó a Sorrentino a redefinir el personaje, buscando alguien en las antípodas del nuevo papa y para ello nada mejor que un papa joven, estadounidense y que quiere volver a las esencias de la religión católica despojándola de toda la parafernalia populista para acercarla a Dios lo mas posible.

Sin mas contratiempos, finalizaron el guión de toda la miniserie, tras el cual Sorrentino ya tenía a Jude Law en mente para el papel del joven papa, papel que el actor británico aceptó sin pestañear y dispuesto a encarar un largo rodaje en el que reprodujeron en los estudios de Cinecittá en Roma, todas las estancias vaticanas, ante el lógico impedimento de rodar en la Santa Sede. Para las tomas exteriores utilizaron palacios y jardines cercanos a Roma e incluso con una excursión a Sudáfrica para rodar un episodio.

La serie se estrenó con gran expectación en el festival de Venecia de 2016, abriendo boca a todo el mundo con el siguiente trailer promocional.

El estreno mundial de la serie fue el pasado octubre en la cadena italiana Sky Atlantic, donde batió todos los récords de audiencia de un primer episodio que ostentaba Gomorra, siendo bastante bien recibida por la crítica europea en general.

En cambio al otro lado del océano se estrenó en Enero en HBO y las cosas fueron bastante diferentes, con muchos de los críticos mas influyentes vapuleando a la serie y convirtiéndose incluso en fuente de gags continuos para algunos cómicos como veremos mas adelante.

En nuestro país fue utilizada como plataforma promocional de la llegada del servicio de HBO a España que la promocionaba con un trailer ligeramente diferente al europeo.

La trama: La historia de “The Young Pope” se articula en torno al hilo lineal del papado del joven Lenny Belardo, desde el momento en que sale elegido por el cónclave vaticano, hasta aproximadamente un año después de su consagración papal.

La elegantisima cabecera de la serie, con el joven papa, paseando por una galería de cuadros, está repleta de un enorme simbolismo, ya que cada uno de los cuadros que vemos, nos da pistas sobre los diferentes capítulos que vamos a ver de la vida de Pio XIII, nada evidentes pero elegidos de una forma realmente sibilina.

Si contemplamos “The Young Pope” como una colección de escenas y cuadros papales, podemos distinguir cuatro salas principales en las que disfrutar de las propuestas estéticas y formales de Paolo Sorrentino.

En primer lugar tenemos todas las escenas que atañen al papa en solitario o que hacen referencia a su pasado estadounidense, sus recuerdos o directamente sus sueños, que es la zona donde lógicamente se pueden tomar mas libertades creativas y dejar volar su imaginación de forma mas desbocada, para darnos pistas a menudo contradictorias sobre la verdadera personalidad de Lenny Belardo.

En un segundo nivel tenemos las relaciones y conversaciones del papa con los políticos y dignatarios que no pertenecen a la curia eclesiástica, donde debe esforzarse para explicar sus ideas y conceptos religiosos, a personas que no tienen porque compartir ni su fe ni su credo.

A un tercer nivel tenemos el nivel de la curia tanto en sus difíciles relaciones con el papa, con el cardenal secretario de estado Voiello como mano negra que todo lo controla, como en sus propias luchas internas, donde nunca sabemos si es mas importante derrotar al enemigo común en el que se ha convertido el papa o mantener a raya al resto de los posibles pretendientes.

Por último tenemos las historias periféricas que se desarrollan fuera de las estancias vaticanas y que están protagonizadas por cardenales de la total confianza de Pio XIII.

La mezcla de tantos niveles es complicada y muy compleja y el resultado no me ha parecido del todo satisfactorio. Los mejores momentos eran las interacciones directas del papa con el mundo externo, destacando sobre todos la que considero la mejor escena de la serie y de lejos, una conversación cara a cara del papa con el primer ministro italiano ( interpretado maravillosamente por el gran Stefano Accorsi ( 1992)) donde se dicen todas las verdades a la cara, siempre con una sonrisa en la boca, con una enorme sutileza y finura bizantina.

Por desgracia, el resto de escenas no está a ese nivel, con los problemas centrados principalmente en el  nivel de las tramas ajenas al vaticano, como la hondureña o neoyorquina, muy flojas e incoherentes y que si no estuvieran el resultado final mejoraría al subir el nivel medio.

Entre los dos extremos se mueven las secuencias de la vida personal del papa, en las que tenemos un poco de todo, desde las tramas en las que interviene Voiello, siempre a un gran nivel con movimientos de monjas y fieles repletos de multiples lecturas, pero nada evidentes de entender, hasta algunas escenas que me recordaban películas softcore de monjas de los años setenta.

La siguiente escena es una muestra de todas las sorpresas lo que nos podemos encontrar en los jardines vaticanos bajo el papado de Pio XIII.

Tampoco me ha parecido, como han opinado algunas personas, que la serie sea provocadora porque de hecho las ideas religiosas que expresa Pio XIII, de carácter mas bien integrista y ultraconservador, no difieren en nada de algunas de las corrientes actuales de la iglesia. Otra cosa es que podamos comulgar o escandalizarnos con sus ideas, pero es justo reconocer que en la serie no se han inventado nada que no hayan dicho muchos cardenales y obispos, muchos de nuestro país.

Las mayores diferencias no estriban en el mensaje sino en su proyección pública que es donde se adentra en terrenos inexplorados que van en dirección opuesta al populismo de los papas de las últimas décadas, que es lo que le crea mas tensiones con sus ayudantes y seglares encargados de las relaciones públicas en el Vaticano, como pueden comprobar en el siguiente vídeo

“The Young Pope” me ha parecido una serie interesante, necesaria y muy original, aunque no comparta el entusiasmo por el resultado final, por la serie de desajustes e irregularidades dramáticas que me han rechinado bastante mientras veía la serie, aunque debo reconocer que la belleza formal de la propuesta es impresionante, con cada plano perfectamente milimetrado y estudiado.

Su altísimo nivel de producción tanto a nivel de escenarios como de vestuario es comentado en el siguiente vídeo donde hablan de diferentes aspectos del rodaje de la serie.

En estos casos, donde podemos pasar de lo mejor a lo peor en cuestión de minutos, siempre prefiero quedarme con los aspectos positivos centrados en su realización y algunas escenas memorables, que en los negativos que van ligados al guión y la poca sustancia de elementos importantes de la trama, por lo que no es de extrañar que con esta diversidad de argumentos a favor o en contra, cada uno pueda escoger el bando que quiera en el análisis de “The Young Pope”, aunque en mi caso prefiero no tomar partido y seguir los toros desde mi particular barrera.

Los actores: No he visto nunca a un actor disfrutar tanto con un papel como el británico Jude Law con su Lenny Belardo, alias Pio XIII, una auténtica perita en dulce con una personalidad sorprendente e impredecible, con el que Law consigue una de las mejores actuaciones de su distinguida carrera.

Capaz de pasar de la contención con notas de socarronería a convertirse en un verdadero déspota e iluminado en cuestión de segundos, sin darnos ninguna pista de lo que se le puede ocurrir después, Law es una de las causas principales del éxito de la serie y probablemente entré en algunas ruedas de premios en el apartado de mejor actor, si HBO se lo propone.

Jude Law es un actor que ha desarrollado su carrera de forma casi exclusiva en el ámbito cinematográfico donde ha intervenido en innumerables películas  tanto taquilleras como premiadas ( The Talented Mr Ripley, Cold Mountain) , sin encasillarse nunca en ningún personaje arquetípico y en su primera incursión televisiva ha dejado sin ninguna duda su huella indeleble.

Otra gran sorpresa ha sido encontrarnos con la gran Diane Keaton, como la hermana Mary, la monja que recogió a Lenny de huérfano, que ha sido su mentora durante toda su vida y que se muda al Vaticano para seguir al lado de su protegido. No me ha parecido a su mejor nivel,debido a la definición de su personaje  en función de su relación con Lenny Belardo y con escasa entidad propia  más que por su propia actuación.

Keaton ha tenido una larguísima carrera en el cine que empezó por todo lo grande en “El Padrino” , fue la primera musa de Woody Allen, con el que protagonizó muchas películas en los años setenta incluyendo “Annie Hall” que le dio un Oscar a la mejor actriz en 1977. Lleva trabajando con mucha regularidad desde entonces aunque se ha quedado en un segundo escalón de la fama siendo reconocida más por el global de su carrera que por películas en concreto.

La gran revelación de la serie ha sido el descubrimiento para el público no italiano del gran actor que es Silvio Orlando como el maquiavélico cardenal Voiello, acérrimo hincha del Nápoles y que adora a Maradona casi tanto como a Dios. Orlando ha desarrollado toda su carrera con los mejores directores del cine italiano, aunque no lo había hecho nunca con Sorrentino, pero tiene en su poder todos los premios italianos, habidos y por haber incluyendo el del Festival de Venecia.

Orlando despide un enorme magnetismo en todas las escenas en las que aparece y es el único que consigue brillar por encima incluso de Jude Law, en las escenas que comparte, al mostrar tras esa fachada hierática general todo un enorme rango de emociones.

La ventaja de tener socios españoles en la coproducción de la serie, es que suelen imponer la presencia de algún actor del país en el reparto, y en este caso la presencia de Javier Cámara es todo un acierto, al encajar perfectamente en el reparto con su personaje, el cardenal Gutiérrez, que se convierte de la noche a la mañana en una de las personas de confianza del nuevo papa, que le encarga las misiones más delicadas.

El riojano Javier Cámara es uno de los mejores actores españoles actuales, su primer papel importante fue precisamente de cura en la serie “Ay Señor, señor” y ha ido alternando su trabajo en cine y televisión, obteniendo dos Goyas por su trabajo como actor. Su presencia en esta serie ha aumentado mucho su prestigio internacional, con la confirmación de su presencia en la 3T de “Narcos”.

Por último tenemos a otro gran actor como James Cromwell como el cardenal Spencer, el protector de Lenny Belardo dentro de la curia vaticana, pero que acaba enormemente resentido con su pupilo, al obtener el papado que el propio cardenal deseaba con todas sus fuerzas y más que nada en el mundo, lo que complica y mucho su relación con su discípulo.

Cromwell ha sido otra de las piezas desajustadas de la serie debido a tener un  personaje bastante mal delimitado, ante lo que este gran actor poco ha podido hacer, a pesar de que su presencia suele ser una garantía desde hace varias décadas con su presencia en películas como “L.A. Confidential”, “The Green Mile” o “Babe”.

Final : Aunque su productor ha revelado que están trabajando en los guiones de la 2T, hasta el momento no ha habido confirmación de la misma, suponemos que a la espera de que finalice su emisión por parte de la HBO que cubre una parte muy importante del presupuesto y la cadena haga su pertinente valoración, aunque ni las críticas ni las audiencias son muy buenas al otro lado del océano En cambio ha tenido una cierta notoriedad, aunque solo sea por convertirse en el blanco de las bromas de cómicos como Stephen Colbert con vídeos tan hilarantes como el siguiente

Si son de las personas que consideran que todas las series se parecen demasiado y no hay ideas nuevas, no lo duden y sumérganse en el universo de “The Young Pope”, porque original tanto a nivel narrativo como visual lo es y mucho. Otra cosa es que caiga rendido ante la misma o corra despavorido tras ver varios episodios, pero si no lo prueba no lo va a saber nunca y aquí si que considero que “The Young Pope” es una miniserie para intentar verla de forma obligatoria para cualquier amante  de las series.

Esperamos sus opiniones y comentarios, aquí o en nuestra cuenta de twitter (@lmejino). Hasta la próxima

Lorenzo Mejino

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Sobre el autor

Series para gourmets nace con la pretensión de ayudar a personalizar su menú televisivo con el panorama mundial de series. Cada lunes hablaremos de series remotas ni estadounidenses ni británicas, no estrenadas en nuestro país. Cada miércoles de series actuales estrenadas aquí y los viernes recordamos series del pasado de la televisión

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