Intentando cenar en Tokyo. Japón (I)
En el reloj de la torre Seiko han sonado las campanadas de las 6:00 de la tarde y ha sido como el pistoletazo de salida en plan desbandada hacia todos los restaurantes y cantinas del barrio.
Absolutamente abrumada por el jet lag y después de haber malamente digerido (es una forma de ) la pestilente comida del avión, compañía ITA Airways, me he acoplado a tres mozas valencianas Con la intención absolutamente decente de llenar el estómago y vaciar la cartera.
Pero en Japón, lo que no puede ser, no puede ser, y además es imposible… porque después de entrar en media docena de lugares y decirnos que todo estaba reservado, ya empezaba a traslucirse la desesperación en nuestras caras.
Como yo prefiero morir de hambre antes de meterme en un Fast Food -y para colmo vegano-, me he abierto educadamente por la banda a buscarme la vida en solitario.
Así que aquí estoy tomándome una jarra de cerveza y esperando a mi sopa caliente con pasta y algas y unas tempuras de pollo que he visto en una foto.
Ningún camarero habla inglés pero parece que señalar en las fotos es efectivo… no me lo puedo creer que esté comiendo como entrante trozos de berza cruda aliñadas en salsa de soja…
Yo miro a los demás como comen y les imito: los palillos los manejo bastante bien y los ruidos diversos para absorber los fideos de la sopa me han quedado bordados. y los trozos de pollo estaban tan ricos que no parecían al pollo que yo conozco. Todo gente joven riéndose mientras comían y comían y comían…
La camarera -una chavala encantadora -me ha preguntado con la app de traducción del móvil “ si tenía niños “. le he dicho que sí con la cabeza y me ha vuelto a preguntar si le podía enseñar fotos… como me daba no sé qué enseñar las fotos de mis hijas le he enseñado las de mis nietos… y ha hecho amplios aspavientos que significaban -digo yo- “ muy guapos “ en japonés.
He pagado 1.850 ¥ que son 12 € al cambio.
Mañana vuelvo.
Felices los felices con un frío nada primaveral.
(Ya he visto el monte Fuji desde la ventanilla del avión o sea que dormiré feliz esta noche)
Felices los felices.
Shiawase, shiawase.
LaAlquimista
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