El viaje que estoy haciendo no es un paréntesis en mi vida. Esté en el confort de mi hogar o en la otra punta del mundo -literalmente- sigo siendo yo y sigue siendo mi vida.

Aquí también tengo días malos, y no todo son risas, asombro y fotos bonitas. También llegan las noticias malas (las buenas, parece que no existen ya), el Wi-Fi funciona mejor que los baños de los aeropuertos.

Sin embargo, la gente en general no quiere saber nada de lo que ocurre al otro lado de sus billetes de avión y las excursiones exóticas . Como si Putin, Netanyahu, Trump y todos los demás de nuestro país no existieran y no siguieran cometiendo barbaridades y diciendo estupideces a Troche y moche.

Yo no hago paréntesis en mi vida, porque eso es como hacerse trampas al solitario…

Piso otras piedras con botas recias en vez de cómodas zapatillas, duermo menos y como más, acarreo mis 23 kilos permitidos, sin libros, ni lienzos, ni series de Netflix. Pero mi propio peso específico no me abandona, sigo siendo la misma tocapelotas que soy en mi pequeña ciudad de provincias.

Así es un poco más difícil hacer amigos por el mundo, pero yo no he venido a la Argentina a socializar, sino a satisfacer mi curiosidad.

No me sirven los documentales de La2, ni los libros de los que lo saben todo sin salir de su casa…

Entre las bellezas naturales habita por doquier la miseria del ser humano: gente sin hogar, pasando hambre, esclavizados o despreciados por sus compañeros de camino.

La Argentina romantizada es un invento para el turista, para ese turista que lleva grandes gafas opacas para no ver lo que incomoda.

Me siento aquí igual que en mi país porque no veo ninguna diferencia. Locos al timón, ladrones con trajes de Hugo Boss y mujeres florero.

Dicen que en Argentina hay más vacas que seres humanos, lo que me hace pensar si en España hay más “cerdos/chorizos” que personas.

En fin.

Como hoy no hay madrugón me ha dado por filosofar…

Hoy dormiré muy cerca de los glaciares del fin del mundo. Veré cómo se va deshaciendo el Perito MORENO y seguramente decidiré que mi vida es maravillosa mientras no se resquebraje demasiado rápido.

Felices los felices. *Vuelo de Buenos Aires hacia el sur. Vamos bajando en el mapa. Pingüinos de Magallanes. Viento horrible del Sur (helador)

LaAlquimista

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