Por Carlos Rilova Jericó
Dudando mucho, esta semana se me ha ocurrido este nuevo correo de la Historia así. Dudando mucho. La verdad, tenía varios temas sobre los que hablar. Por ejemplo, un par de historias interesantes gracias al incansable viajero romántico Michael J. Quin, de quien les hablé hace unas pocas semanas. Ese mismo que recorrió España durante los meses previos a la invasión absolutista de 1823. Iban sobre Historia del clima y otras curiosidades, pero, por razones varias, las he dejado de lado. Al menos de momento.
Y así, al final, sabiendo que me arriesgo mucho, he decidido hablar de la polémica que se montó hace cosa de una semana cuando usuarios de un foro digital español, Forocoches, de pésima fama -el Gran Wyoming, lo suele citar en “El Intermedio” como ejemplo de cuñadismo recalcitrante- decidieron trolear la página web de la Armada británica en el momento en el que ésta lanzó la propuesta de elegir por votación popular el nombre de un barco que ni siquiera era de guerra, sino destinado a misiones de investigación científica. Es decir, un barco muy similar al Hespérides de la Marina española.
¿En qué consistió dicho troleo, es decir -para los no nativos digitales- ese acoso contra la página inundándola de mensajes ofensivos?. Pues sencillamente usuarios de Forocoches invitaron a bombardear la página en la que se iba a elegir el nombre para el barco en cuestión con mensajes en los que se pedía que lo llamasen Blas de Lezo…
Es decir, desde Forocoches, por medio de esa avalancha digital, se pedía a los británicos que llamasen a su barco con el nombre del almirante que había contribuido a derrotarlos, de manera estrepitosa, en Cartagena de Indias en el año 1741.
Los británicos, como es lógico, reaccionaron como los usuarios de Forocoches esperaban, negándose a tal cosa. A lo cual desde Forocoches y ramificaciones afines respondieron que entonces se llamase al barco “Rocinante”, como el caballo de don Quijote…
Supongo, por lo que sé, que mucha gente, incluso gente muy seria y, como se suele decir, “con estudios”, o han participado en esta ¿broma? o la han visto con bastante indulgencia.
Yo, como historiador, lo siento, pero no veo la broma por ninguna parte ni puedo mirarla con indulgencia. Será que no soy “shurmano” o franquista sociológico, como si lo son, parece evidente, muchos de los usuarios de Forocoches que lanzaron esta infame campaña. Y eso que, creo, tengo sentido del humor. Incluso de raíz británica, que dicen es el más tolerante y resistente de los sentidos del humor que hay.
¿Por qué no veo la broma por ningún lado?. Pues podría aducir muchas razones, pero la principal es lo deprimente que resulta descubrir que un personaje histórico del relieve de Blas de Lezo se esté convirtiendo, en manos de lo más bajo y retrogrado de la opinión pública española, en una especie de espantapájaros. Lo cual, a su vez, sería un indicio del desprecio que existe en España por la Cultura y la Historia en general y por su propia Historia en particular.
En efecto, tanto los que lanzaron el ataque desde Forocoches, como quienes lo siguieron, demostraron, queriendo o no, sabiéndolo o no, que conocían muy poco su propia Historia. Así es, puesto que el barco era un barco de investigación oceanográfica deberían, puestos a fastidiar a los británicos, haber pedido que lo nombrasen Malaspina, Mutis, Bonechea, Domingo Badia, Iradier o cualquiera de un largo etcétera de científicos y exploradores españoles que levantaron los mapas de un mundo desconocido en sus respectivas épocas.
Pero, claro, de “esos” los poco exquisitos pero exclusivos usuarios -sólo se entra en por invitación- de Forocoches, por lo que se ve, nada saben.
Y aunque supieran algo, parece que no iba a servir de gran cosa puesto que en lugar de utilizar ese conocimiento para lo mismo que lo han sabido utilizar estados de la Unión Europea hoy respetados como Gran Bretaña o Francia, es de temer que los “shurmanos” y demás animadores de campañas estúpidas y degradantes en Forocoches -enviar a Jon Cobra a Eurovisión, definir a las mujeres como “Todas putas”, etc…- utilizarían ese conocimiento sobre ese pasado de España del que nada saben para convertir a esos personajes históricos, otra vez, en quien en realidad no fueron. Apropiándose en exclusiva de ellos y convirtiéndolos, tal y como ha ocurrido con Blas de Lezo, en una especie de espantajo de patriotismo de charanga y pandereta que ha acabado en manos de una masa inculta que, probablemente, en su vida ha leído un libro, ni ha tenido la menor curiosidad por nada que tenga que ver con la Historia de su “amado” país. Como lo demuestra, como decía, que propongan llamar a un buque de exploración oceanográfica con el nombre de un militar y marino de la España del siglo XVIII sin siquiera tener recursos intelectuales bastantes para echar mano de nombres de la rica nómina de navegantes y exploradores españoles contemporáneos del propio Blas de Lezo, que muchas veces fueron por delante de los británicos.
¿Hay alguna conclusión al respecto?. Si debe de haberla creo que es, que, con episodios como el de la propuesta lanzada en Forocoches, debemos deducir que es sencillamente lamentable el nivel con el que se está manejando el aprendizaje, la enseñanza y la divulgación de la Historia en España. Llegando al punto de arrastrar en una especie de quedada de “hooligans” futboleros la reputación de personajes tan ilustres como el propio Blas de Lezo o, de rechazo, de todos los que con él se jugaron la vida por cumplir con su deber de expertos militares profesionales, defendiendo una plaza fuerte esencial para que España mantuviese su imperio americano. Desde el virrey Eslava, mando supremo de esa plaza, hasta el último soldado de línea, pasando por oficiales de menor rango como el alférez Ordozgoiti, que dio toda una lección de flema española a los británicos de Vernon cuando lo cogieron prisionero, demostrando lo que era un caballero y oficial casaca blanca.
¿Servirá de algo decir que se está jugando con fuego?. ¿O precisamente eso es lo que se está buscando, hacer buenas todas las profecías noventayochistas sobre un país sin remedio, de charanga y pandereta?. Yo me niego a aceptarlo. Al menos hasta que caiga la última piedra del último baluarte de ese -en España- maltrecho fuerte que llamamos “Cultura”, que es lo que distingue a los países civilizados de una simple horda, y se dispare el último cartucho. Como hubiera hecho Blas de Lezo o cualquiera de los que, cumpliendo con el oficio que tan bien dominaban, salvaron la plaza de Cartagena de Indias de ser expugnada y conquistada por los británicos en 1741 y, seguramente, lo único que esperarían es que, por lo menos, hoy sus descendientes contasen su Historia con la misma veracidad y buenas maneras con la que sus adversarios británicos han sabido contar la suya al Mundo entero.
Algo muy necesario y que, desde luego, no se va a conseguir precisamente con pachangadas como la de Forocoches. O, si a eso vamos, con la actitud de quienes rieron la supuesta “gracia” o la dejaron pasar de largo prefiriendo encerrarse en una torre de marfil académica, asediada, por otra parte, por el lodo de la Incultura cada vez más manifiesta en un país que la deja en manos de agrestes reaccionarios como los que parecen campar a sus anchas por la España digital que, desgraciadamente, a veces parece más bien todavía la del “Muera la Inteligencia” de 1936…