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Carlos Rilova

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¿Desmontando mitos o simplemente falseando la Historia? La revista “Time” y El Álamo (1836-2021)

Por Carlos Rilova Jericó

El tema para este nuevo correo de la Historia sale de un artículo publicado este 9 de junio en la edición digital de la, hasta ahora, prestigiosa revista “Time”

En él dos escritores, Bryan Burrough y Jason Stanford, decían que la famosa Historia de la misión de El Álamo, convertida en 1836 en último bastión tejano frente al general, y dictador, mexicano Santa Anna, no había sido bien contada. De hecho, para esos autores es un mito que poco tiene que ver con la Historia…

La cosa en realidad, como fui averiguando, va más lejos. En efecto, el artículo, bastante sumario, por no decir pedestre, era, en realidad, promoción de un libro, “Forget the Alamo” (“Olvidad El Álamo”), que Burrough y Stanford han escrito con Chris Tomlinson. Como ellos autor habitual en la llamada Prensa “liberal” estadounidense.

El libro, según he podido ver en la extensa previsualización disponible, está escrito en un estilo desenfadado pero basado en amplias lecturas de diversos estudios sobre el asunto. En fin, lo característico de la, a veces, envidiable, divulgación histórica norteamericana.

No puede negarse por tanto que Stanford, Burrough y Tomlinson cuentan así, de manera tan amena como convincente, cosas bastante interesantes sobre lo que se supone realmente ocurrió en El Álamo en 1836.

En conjunto poco que discutir a ese respecto. Sin embargo, el historiador baqueteado por este “annus horribilis”, en el que ha quedado claro que el mundo ha caído -en el terreno intelectual- en manos de verdaderos demagogos, pronto descubre que “Forget the Alamo” (y aún más ese artículo de promoción en “Time”) son un verdadero fiasco como muestra de algo que pueda llamarse “Historia”. Por mucho que pretendan sus autores, como ellos mismos confiesan en el capítulo preliminar, actuar como sanos desmitificadores de lo que sería un mito urdido por la caricatura de los tejanos habitual en los llamados medios “liberales” estadounidenses. Es decir: tipos con sombrero Stetson y botas de montar, rudos, poco sofisticados, forrados de dinero del petróleo y el ganado y que se sospecha son de pocas palabras y gatillo fácil…

Así es. Burrough, Stanford y Tomlinson toman desde ese punto -supuestamente histórico y desmitificador- un claro partido político, pues hablan de cosas tan ajenas a un historiador como que el mundo es cada vez menos “blanco” (¡?) o que la Tejas de la era “post George Floyd” (¡¡??) debería haber aprendido esa lección y, consecuente y obedientemente, destruir, hasta los cimientos, ese mito digno de supremacistas blancos que ha sido, según ese trio de escritores, el relato de El Álamo hasta ahora. Relato que curiosamente ellos reducen principalmente a un aspecto de carácter enfermizamente racial. A saber: todo lo ocurrido en El Álamo en 1836 se explicaría porque un puñado de aventureros norteamericanos -Jim Bowie, William Travis, Sam Houston, Davy Crockett…-  querían mantener un sistema de explotación esclavista en ese territorio que era, en la fecha, una provincia de los independizados Estados Unidos de México.

Lo cierto es que -desde el punto de vista español- esa carambola supuestamente histórica y desmitificadora, resulta casi insultante. Porque Burrough, Stanford y Tomlinson, aparte de reducir El Álamo a la lucha de unos malvados esclavistas contra unos mexicanos antiesclavistas, parece que se empeñan también en que su supuesta desmitificación sería para proteger y reivindicar a los pobrecitos “hispanos”. Otra raza (¿?) tan maltratada y “racializada” por los “anglos” en esta cuestión de El Álamo que ahora necesitaría de toda la paternal ayuda de otros “anglos” -Burrough, Tomlinson y Stanford, que casi suenan a prestigioso despacho de abogados de Manhattan- decididos heroicamente a defenderlos del típico tejano pistolero y supremacista “blanco”…

Una pretensión verdaderamente chocante, como vamos a ver ahora, teniendo en cuenta que muchos de esos “hispanos” implicados en el asunto tenían poco o nada del típico peón mestizo o descendiente de indios con el que los anglosajones menos sofisticados tienden a identificar todo lo que tenga que ver con la palabra “latino”, “hispano” o simple español de origen claramente europeo.

Sólo para empezar, los tres autores no tienen empacho en señalar que el imperio español -aparte de decadente e inútil- por supuesto fue “bloody”. Lo que podemos traducir como sanguinario y por extensión todo lo que asociamos a esa categoría negativa. De la esencial ayuda española a la revolución norteamericana de 1776, con tropas regladas al estilo europeo del siglo XVIII, Burrough, Stanford y Tomlinson parecen no tener -ni querer tener- constancia. Ni de las labores científicas de alto nivel que los españoles desarrollaron en toda América. Incluidas la del Norte y las 13 colonias. Habría por tanto que deducir de ahí que los tres autores sufren de unos tics supremacistas bastante incoherentes con sus declaradas intenciones desmitificadoras y supuestamente políticamente “correctas” del asunto de El Álamo…

A partir de ahí vamos cada vez más cuesta abajo en “Forget the Alamo”. Y sin frenos. Estos tres autores, procedentes de la cada vez más mal llamada Prensa “liberal”, aparte de seguir olvidando detalles como estos, cifran finalmente su condena a la forma en la que se ha contado la Historia de El Álamo, a insistir en el asunto del algodón y los esclavistas y rebajando mucho el carácter dictatorial y antiliberal de la biografía y la trayectoria de Antonio López de Santa Anna.

Una bien demostrada en solventes biografías de ese general como la firmada por otro autor que se reclama revisionista, Will Fowler, quien en “Santa Anna. ¿Héroe o villano? La biografía que rompe el mito”, aun tratando de reivindicar al destructor de El Álamo, no puede soslayar el hecho de que ejerció como dictador -no de derecho hasta 1853, pero sí de hecho- y masacró a prisioneros tejanos en Goliad, por ejemplo…

El caso de otro protagonista de la cuestión de El Álamo, también chirría bastante en manos de Burrough, Stanford y Tomlinson. Se trata de Juan Seguín, alcalde de San Antonio de Béjar, el lugar donde estaba El Álamo. Para ellos sería otra víctima de ese “racializado” relato a abatir. Otro pobre “greaser”-si bien con raíces francesas al decir de Burrough et al.- maltratado por los “anglos”. Curioso sesgo pues Seguín, descendiente de españoles canarios, ya ha sido biografiado y destacado como parte esencial del asunto de El Álamo y no precisamente como simple “alivio cómico” de piel morena. Así se ve en diversos estudios firmados por especialistas en el tema. Tanto hispanos como anglosajones. Por ejemplo Bill Groneman en 1990 publicaba “Alamo Defenders, A Genealogy: The People and Their Words”, donde daba cuenta de circunstancias así. En 1990. Hace 20 años… Autor conocido, y citado, por nuestros tres condescendientes autores, por cierto.

Así las cosas, me pregunto qué parte consideran Burrough, Stanford y Tomlinson mal contada en la actual Historia de El Álamo. ¿La de un Juan Seguín que muere en 1890 convertido en todo un prócer tejano y fundador del Partido Demócrata de ese estado? ¿La de que una mujer “hispana”, Adina Emilia de Zavala, de patente ascendencia vasca e irlandesa y por tanto europea casi nórdica, créase la base para recordar aquella hazaña, más allá de posteriores desencuentros con colegas “anglos” como Clara Driscoll que “Forget the Alamo” describe con lujo de detalles? ¿O la de que Santa Anna, por mucho que estuviera en contra de la esclavitud, era un tirano de corte bonapartista que había pisoteado la constitución de 1824?

¿En qué mejora “Forget the Alamo” incluso películas de entretenimiento como “El Álamo” de John Lee Hancock estrenada en 2004 o el relato ya bien ponderado por muchos historiadores (entre otros, modestamente, el que estas líneas escribe) de los sucesos de 1836 en San Antonio de Béjar? ¿“Forget the Alamo” tiene mejores argumentos que los ya expuestos hasta aquí o todo lo cifra en la cuestión esclavista y en ridiculizar la manía coleccionista de Phil Collins? Una burla ésta última que además los historiadores como yo -hechos a manejar extensas colecciones de objetos históricos de esa época- miramos con bastante precaución.

En definitiva: ¿es “Forget the Alamo” un libro de Historia o simplemente otro panfleto político que pretende “atizar” a los insurgentes tejanos que no se dejan camelar por la aberrante propaganda “liberal” que parece querer sustituir el supremacismo blanco por el supremacismo negro estilo Black Lives Matter?

Para este historiador, como tal, está claro que es más lo segundo que lo primero. Por lo tanto “Forget the Alamo”, como libro de Historia, le merece poco respeto o interés.

De hecho habría que considerarlo más bien como un documento histórico que, a futuro, permitirá reconstruir unos tiempos políticamente nefastos, en los que las libertades colectivas conseguidas desde 1776, derramando mucha sangre frente a distintos tiranos (en Boston, París, Londres, Tejas, Madrid…), están siendo puestas en grave peligro por gentes a las que se ha calificado (al parecer erróneamente) de “liberales”…

Un paseo por el pasado

Sobre el autor

Carlos Rilova Jericó es licenciado en Filosofía y Letras (rama de Historia) por la Universidad Autónoma de Madrid y doctor en Historia Contemporánea por la Universidad del País Vasco. Desde el año 1996 hasta la actualidad, ha desarrollado una larga carrera como investigador para distintas entidades -diversos Ayuntamientos, Diputación de Gipuzkoa, Gobierno Vasco, Universidad del País Vasco...- en el campo de la Historia. Ha prestado especial interés a la llamada Historia cultural y social, ahondando en la Historia de los sectores más insignificantes de la sociedad vasca a través de temas como Corso y Piratería, Historia de la Brujería, Historia militar... Ha cultivado también la nueva Historia política y realizado biografías de distintos personajes vascos de cierto relieve, como el mariscal Jauregui, el general Gabriel de Mendizabal, el navegante Manuel de Agote o el astrónomo José Joaquín Ferrer. Es miembro de la Sociedad de Estudios Vascos-Eusko Ikaskuntza


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