@InakiErauskin
“En este mundo sólo hay dos cosas seguras: la muerte y pagar impuestos.”
“Los impuestos son el precio de la civilización.”
“El arte de la tributación consiste en desplumar al ganso para obtener la mayor cantidad de plumas con el menor número posible de graznidos.”
Últimamente no hay día en que no se hable de personas o instituciones que, presuntamente, han podido evadir impuestos. Medir la economía sumergida y el fraude fiscal asociado es difícil. Una manera interesante de abordar esta cuestión es comparar la situación fiscal de España con otros países o, también, analizar la evolución fiscal de España a lo largo del tiempo.
Esto es lo que hace Francisco de la Torre Díaz, Inspector de Hacienda del Estado, en su magnífico libro “¿Hacienda somos todos?”. Para ello sugiere estudiar las bases imponibles declaradas de los impuestos más importantes: el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), el Impuesto de Sociedades (IS), el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) y los impuestos especiales. Según datos de la Agencia Tributaria, en 1995 las bases de estos 4 impuestos sumaban 490.348 millones de euros, lo que equivalía a que esos 4 impuestos gravaban el 106,75% del Producto Interior Bruto (PIB) de dicho año. Justo antes de la crisis, en 2007, las bases sumaban 1.303.745 millones de euros, esto es, el 123,21% del PIB. En 2013 las bases suman 1.071.782 millones de euros, un 102,15% del PIB. Desde el punto álgido de la crisis las bases se han reducido en más de 20 puntos porcentuales.
El Gráfico 1 muestra las bases de los impuestos directos (IRPF e IS) sobre el PIB para el período 1995-2013. Se observa que tras un largo período de aumento gradual de las bases respecto al PIB, éstas alcanzan su máximo en 2006, para caer rápidamente hasta el año 2012 y repuntar un poco en 2013. Las cifras de 2013 son muy similares a las de 1995, en torno al 60%. Las bases han caído en términos absolutos desde 2007 hasta 2013, pero, además, la caída relativa que muestra el Gráfico 1 desde 2006 a 2012 implica que la reducción de las bases ha sido mayor que la reducción el PIB. Ello estaría relacionado, según De la Torre, con una estructura fiscal inadecuada y un aumento del fraude fiscal. En el año 2013 se aprecia un leve repunte de las bases en términos relativos, rompiendo la tendencia de años anteriores.
Fuente: Agencia Tributaria, INE, De la Torre Díaz (2014) y elaboración propia.
El Gráfico 2 exhibe las bases de los impuestos indirectos (IVA e impuestos especiales) sobre el PIB. Aquí se observa un fenómeno similar, pero con una evolución más suave. Llama la atención que en 2013 el porcentaje de las bases sobre el PIB se ha reducido en 4 puntos porcentuales respecto a 1995. Ello ha podido deberse en parte a la menor venta de primeras viviendas, que tributan el IVA. A pesar de las reducciones de las bases, la recaudación del IVA ha ido subiendo desde 2009, por las subidas del tipo impositivo del IVA en 2010 (Rodríguez Zapatero) y 2012 (Rajoy).
Fuente: Agencia Tributaria, INE, De la Torre Díaz (2014) y elaboración propia.
Relacionado con todo lo anterior, conviene señalar que la presión fiscal en España, el País Vasco o Navarra es bastante más baja que la media de la Unión Europea (UE)-28 o que la media de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Hay mayor presión por la parte de las cotizaciones sociales, pero menor por la parte de los impuestos (IRPF, IVA, etc.). Como se puede observar en el Cuadro 1, tomado del “Informe sobre la fiscalidad de Hego Euskal Herria en 2013” elaborado por el sindicato ELA (pincha aquí), sólo algunos países del Este de Europa e Irlanda tienen una presión fiscal menor. Además, la brecha respecto al resto de los países parece que ha aumentado con la crisis.
Cuadro 1. Presión fiscal en la Unión Europea (tributos y cotizaciones sociales), 2008-2011 (%PIB).
Así, la próxima vez que te encuentres ante el dilema de “¿con IVA o sin IVA?”, ten en cuenta lo anterior…
Twitter: @InakiErauskin