¡A por los (muy) ricos! (I)
Quiero empezar este post deseando un Feliz Año 2020 a todos nuestros lectores.
No sé si el título de este post es la manera adecuada de empezar nuestro blog el nuevo año 2020, pero … vamos con ello.
“The triumph of injustice. How the rich dodge taxes and how to make them pay” es uno de los best sellers económico del momento, por el tema y por la oportunidad. El que los ricos deban pagar más está de moda en algunos países y, además, las elecciones estadounidenses, en el que los candidatos demócratas abogan por este tipo de políticas, están a la vuelta de la esquina, lo que añade momentum a este interesante tema. Este post, debido a que se alargará más de lo razonable para que sea uno solo, se dividirá en dos partes.
Los autores del libro, Emmanuel Saez y Gabriel Zucman (SZ en adelante), son profesores en la prestigiosa Universidad de California en Berkeley. Colaboran a menudo con Thomas Piketty, del que hemos hablado varias veces en este blog (pincha aquí y aquí). Estuve escuchando a Saez la conferencia que impartió sobre la desigualdad en el North American Summer Meeting celebrado a finales de junio en Seattle (Estados Unidos). Ahora profundizan y van más allá en este libro.
El libro comienza con dos frases representativas de la derecha económica en los Estados Unidos. La primera es de Donald Trump (¿quién si no?) cuando, en el debate de las presidenciales contra Hillary Clinton (26 de septiembre de 2016) en Estados Unidos, Clinton lo acusó de no pagar ni un centavo de impuestos a Hacienda a pesar de ser un multimillonario. Trump contestó descaradamente: “Eso me hace inteligente” (“That makes me smart”). La segunda frase proviene de la campaña presidencial de 1981, en la que Ronald Reagan afirmó que el régimen tributario de Estados Unidos era “un atraco cotidiano” (“daily mugging”), y, una vez en el poder, Reagan comenzó a desmantelar la progresividad fiscal lograda desde el New Deal demócrata Rooseveltiano (1934-1945). Ese “eso me hace inteligente” implica la paradoja de esta ideología, porque el egoísmo sin límites destruye las normas de confianza y cooperación que están en el corazón mismo de una sociedad próspera, según SZ. Así, el propio Trump no sería nada sin las infrastructuras que unen sus rascacielos con el resto del mundo, los doctores y las investigaciones públicas que le mantienen sano, la ley y la justicia que le protege, etc.
El punto principal de SZ es que el sistema impositivo que se estableció a partir del New Deal ha sido socavado. Su secuencia sería: comienza con una elusión (evitación) de los impuestos, después se permite que esta elusión vaya más allá, dado que no es posible pararlo teniendo en cuenta las tendencias mundiales (tales como, los refugios fiscales, la globalización, la opacidad financiera, …), y se reduce la carga impositiva para los más ricos puesto que gravar sus rentas resulta cada vez más difícil.
Así, primero, sus resultados muestran que en 1970 los estadounidenses más ricos pagaron in impuestos más del 50% de su renta, el doble que los trabajadores (25%). En 2018, después de la reforma impositiva de Trump, por primera vez en los últimos 100 años, los más ricos pagaron menos (23%) que los trabajadores (25%). Lo que pagan los más ricos actualmente ha retrocedido a niveles de la década de los 1910, cuando el tamaño del sector público era sólo una cuarta parte de lo que es hoy.
Junto a ello, recuerdan que la renta media de los estadounidenses hoy es 75.000$. Sin embargo, la renta media de los estadounidenses de la clase trabajadora (que son aquellos 122 millones de adultos que se hallan en la mitad inferior de la “pirámide” de ingresos) es de 18.500$. Por otro lado, la clase media (que son aquellos 100 millones de personas que se hallan en el 40% siguiente de la pirámide de ingresos) tiene una renta media de 75.000$, que casualmente coincide con la renta media estadounidense. La clase media-alta (el 10% más rico menos el 1% aún más rico; son 22 millones) tiene una renta media de 220.000$. El 1% más rico (2,4 millones) tiene una renta media de 1,5 millones de dólares.
La mejor manera de ver la situacion actual y su historia reciente es observando la Figura 1. En efecto, donde en 1978 el 50% más pobre obtenía aproximadamente el 20% de la renta y el 1% más rico apenas el 12%, en 2018 se ha invertido, esto es, el 50% más pobre logra sólo el 12% de la renta aproximadamente y el 1% más rico alrededor el 20% de la renta.
Fuente: Saez y Zucman, 2019, “Tax Justice Now”.
Para entender mejor el resultado anterior, SZ calculan el tipo impositivo medio por grupos de renta en Estados Unidos. La Figura 2 muestra los resultados. El tipo impositivo medio es el 28%, pero mientras los 5 quintiles de renta más pobres pagan una cuarta parte de su renta en impuestos, los 400 estadounidenses más ricos pagan un 23% aproximadamente. Ya lo dijo Warren Buffet en 2007: “Pago un tipo impositivo menor que mi secretaria”. Por el contrario, en 1960 el tipo impositivo medio de los 400 más ricos era casi del 60% y el del 50% más pobre apenas un 20% …
Fuente: Saez y Zucman, 2019, “Tax Justice Now”.
Las implicaciones de este esquema impositivo son variadas: estrecheces presupuestarias, falta de equidad y desigualdad.
Partiendo de esta realidad, a la que hay que añadir algún que otro hecho más, SZ realizan algunas propuestas para reducir la desigualdad.
Para hablar de ello habrá que esperar hasta el post siguiente …