Asier Minondo
Hace algunos años, mi compañero de blog @jonmizabala escribía que numerosas empresas suecas, como Ikea, habían generado sus mejores ideas durante la pausa para el café o fika. Pues bien, no solo la pausa para el café parece propicia para fomentar la innovación. Según Michael Andrews, investigador del National Bureau of Economic Reseearch, ¡ir al bar también fomenta la innovación!
El argumento principal del estudio es que las personas aprendemos muchas cosas mediante las relaciones informales. Uno de lugares en que mantenemos estas relaciones informales es en los bares tomando una cerveza, un vino, o un café. Al charlar con los amigos, con los conocidos, o con algún parroquiano, podemos aprender cosas nuevas que nos pueden servir para algún proyecto que estemos realizando. Los bares, al fomentar las interacciones sociales, favorecen la exposición a nuevas ideas y, así, contribuyen a la innovación.
Para confirmar su argumento, el profesor Andrews analiza el impacto de la ley seca en los Estados Unidos durante las primeras décadas del siglo XX. En un principio, cada condado tenía la potestad para determinar si se prohibía o no el consumo de alcohol. Sin embargo, una vez que un número importante de condados de un estado había prohibido el consumo de alcohol, esta prohibición se extendía a todos los condados del estado. Con la prohibición, ya no se podía servir alcohol en los famosos saloons, y éstos acababan cerrando por falta de clientes. El estudio muestra que en los condados en los que ésto sucedió las patentes registradas se redujeron hasta en un 18%. Para confirmar que la caída en el registro de patentes se debió a la menor exposición a nuevas ideas causada por el cierre de los saloons, el autor compara si la caída fue menor entre aquellos grupos sociales que no iban al bar. Y, efectivamente, el autor concluye que la caída en el registro de patentes fue menor entre las mujeres, clientes menos asiduas de los saloons, y entre grupos étnicos que preferían beber en privado, como los judíos, italianos o griegos.
Este estudio confirma que las relaciones informales, sean en la pausa para el café o en el bar, son vías importantes para acceder a nuevas ideas que nos pueden servir para desarrollar nuevos proyectos. Aprovechando que hemos comenzado la fase 1 de la desescalada, si quieres innovar… ¡vete a la terraza del bar!