En mi post anterior, al comparar la distribución de la renta entre el momento prepandemia de 2019 y la situación actual en el tercer trimestre de 2021, destacaba que la remuneración de asalariados casi se había recuperado, mientras el excedente bruto de explotación (“salarios” de los autónomos, beneficios de las empresas, etc.) todavía seguía 10 puntos porcentuales por debajo de su nivel prepandémico.
El INE publicó unos días más tarde de mi post los nuevos datos y, dado que la situación ha cambiado enormemente en el 4º trimestre de 2021, he creído conveniente continuar con el post. En la Tabla 1 se puede observar que el nivel de PIB a precios corrientes (sin deflactar) en el 4º trimestre de 2021 fue de 319.030 millones de euros en España, con lo que se alcanzaba ya el nivel prepandémico (en el trimestre anterior faltaban 4,3 puntos porcentuales). Ello tiene su interés por sus implicaciones sobre su distribución. En efecto, la remuneración de asalariados ahora apenas supera un par de puntos porcentuales al del nivel prepandémico, pero el cambio ha sido enorme en la parte de Excedente Bruto de Explotación/Renta Mixta Bruta (“salarios” de los autónomos y beneficios de las empresas, entre otros): su nivel actual supera en medio punto porcentual el nivel prepandémico, mientras en el trimestre anterior casi llegaba a una brecha de 10 puntos porcentuales por debajo. Otra manera de verlo es que la participación de la remuneración de asalariados en el PIB, que subió más de 2 puntos porcentuales desde la prepandemia, de 51,8% en el 4º trimestre de 2019 a 54,2% en el tercer trimestre de 2021, vuelve otra vez a niveles similares a los del 4º trimestre de 2019 y los asalariados vuelven a suponer el 51,8% del PIB en 2021T4. Nos quedamos como estábamos. Viendo los datos de los autónomos, no parece que se pueda explicar este cambio.
Fuente: INE y elaboración propia
¿Cómo se puede explicar entonces? Creo que la explicación más probable es que las empresas estén aprovechando la recuperación económica y la situación actual de precios externos más altos (energía, transporte, …) para elevar también, a su vez, sus precios y, de ahí, en parte, las importantes subidas en el IPC en los últimos meses. Así, pues, donde antes parecía que los márgenes empresariales se habían visto muy “estrechados”, con las empresas aguantando el pulso, ahora parece que las empresas se van relajando. Javier Jorrín ha dicho algo similar en El Confidencial hace pocos días. Probablemente, sea una señal de que la situación económica general se está normalizando, si bien las diferencias sectoriales que mencioné entonces se mantienen fundamentalmente.
Seguiremos con atención la evolución.