Asier Minondo
España batió su récord de exportaciones, tanto en bienes como en servicios, en 2022. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, las exportaciones de bienes se elevaron a 391.641 millones de euros y las de servicios a 159.790 millones de euros. España también batió su récord de importaciones tanto en bienes como en servicios en 2022: 449.979 millones y 82.747 millones, respectivamente. El saldo comercial de la balanza de bienes y servicios fue positiva y, además, aumentó con relación a 2021.
En términos nominales, el crecimiento de las exportaciones fue espectacular: las exportaciones de bienes crecieron un 22% y las de servicios un 58% con relación a 2021. En los bienes, la mayor parte de este crecimiento se debió al aumento de los precios: en términos reales, las exportaciones de bienes “solamente” crecieron un 3%. Sin embargo, en los servicios la mayor parte del crecimiento fue real: 52%. Este enorme crecimiento se explica por la recuperación de los ingresos por turismo tras la pandemia.
Gráfico. PIB, exportaciones de bienes y exportaciones de servicios en términos reales, 1995-2022 (2015=100)
Fuente: Instituto Nacional de Estadística.
El gráfico muestra la evolución, en términos reales, del PIB, de las exportaciones de bienes y de las exportaciones de servicios entre 1995 y 2022. Durante este periodo, es llamativa la enorme caída de las exportaciones de servicios en 2020, año de la pandemia, que fue muy superior al descenso del PIB y de las exportaciones de bienes. El gráfico muestra también que el crecimiento anual medio de las exportaciones de bienes ha sido muy similar al de los servicios: 4%. Además, este crecimiento ha sido el doble del PIB: 2%, variable cuya evolución analizó Iñaki Erauskin en un post anterior. Esta comparación indica que la economía española ha logrado un gran aumento en su tasa de apertura por exportaciones durante los últimos 27 años. Además, esta tasa ha crecido de forma notable en 2022, alcanzando el porcentaje más alto de la serie: 42%.
En suma, las exportaciones españolas han logrado unos registros muy por encima de lo que se hubiesen esperado en un año caracterizado por las tensiones geopolíticas y un gran aumento de los costes de la energía. Este resultado pone de manifiesto la capacidad competitividad de las empresas españolas.