Hace tres semanas vinó Martin Wolf, editor del Financial Times, al País Vasco para dar dos charlas. Para un excelente resumen de su contenido, pincha aquí.
Hizo un repaso a las turbulencias mundiales de la actualidad y refirió a China y a Rusia como ejemplos de, respectivamente, un “capitalismo burocrático” y “capitalismo autocrático”. Una de las fuentes que utiliza Wolf para categorizarlos es el libro “Capitalism alone” de Branko Milanovic. En dicho libro se hace notablemente una distinción entre “capitalismo político” y “capitalismo democrático”. El primero podría albergar tanto a China como Rusia, mientras que la gran mayoría de los países del occidente cabrían bajo el segundo label. Para más información sobre la obra de Milanovic, pueden leer este post publicado en Ekonomiaren Plaza.
Dentro del capitalismo democrático, es posible distinguir entre Estados o sociedades que se rigen por un capitalismo coordinado, como los países escandinavos, y aquellas que lo hacen por un capitalismo liberal, como los Estados Unidos o el Reino Unido, por ejemplo. Esta distinción fue formulada por Hall y Soskice en su libro “Varieties of Capitalism”, donde denominan a estos respectivos modelos como “coordinated market economies” y “liberal market economies”. Dicho libro y sus modelos de capitalismo construyen sobre la dicotomía entre “capitalismo renano” y “capitalismo anglosajón”, del muy recomendable trabajo “Capitalisme contre Capitalisme” de Michel Albert.
Centrándose en el capitalismo democrático, Hall y Soskice desglosan las diferencias entre las economías de mercado coordinadas y liberales en función de las siguientes variables:
Dimensión |
Economías de mercado coordinadas | Economías de mercado liberales |
Relaciones industriales entre empleador y trabajador |
A nivel colectivo (entre patronato y sindicatos) | A nivel individual (entre empresario y empleado) |
Grado de afiliación a asociaciones empresariales y laborales | Alto |
Bajo |
Presencia y uso de estructuras de formación profesional | Fuerte |
Débil |
Fuentes de capital |
Recursos propios y prestamos, concentrado y conocido | Capital riesgo, acciones en bolsa, disperso y anónimo |
Paciencia del capital | Compromiso con la inversión a largo plazo |
Alineado con el retorno sobre la inversión, si puede ser a corto plazo |
Interesantemente, Hall y Soskice argumentan que cada modelo de capitalismo democrático lleva a las empresas de cada “sistema” a seguir estrategias corporativas y modos de competir propios o predominantes. A saber:
Dimensión |
Economías de mercado coordinadas | Economías de mercado liberales |
Relaciones interempresariales |
Duraderas y colaborativas: win-win | Transaccionales y distantes: suma cero |
Formas de competir entre rivales | Diferenciación, posicionamiento en nichos |
Competencia directa en pro de “winner takes all” |
Base para acuerdos entre actores empresariales | Contratos incompletos suplidos por confianza y margen de maniobra para ambas partes |
Contratos exhaustivos, clausulas jurídicas |
Innovación |
Incremental | Radical |
Sectores punteros |
Manufactura |
Alta tecnología y servicios |
Siguiendo dicha taxonomía, Hall y Soskice distinguen grupos de países de perfil liberal (países anglosajones) y coordinado (principalmente los países germanófonos, escandinavos, del Benelux y Japón). Posteriormente, autores como Amable (2003, The Diversity of Modern Capitalism) o Molina y Rhodes (The Political Economy of Adjustment in Mixed Market Economies: A Study of Spain and Italy, 2007) prestan atención especial a los países latinoeuropeos, entre ellos España, para los cuales emplean el término “capitalismo mediterráneo”; un híbrido entre las economías de mercado coordinadas y las liberales. La siguiente tabla ofrece una síntesis de dicho perfil:
Dimensión |
Pautas del capitalismo mediterráneo |
Gobernanza corporativa |
Alta presencia de empresas de propiedad familiar y estructuras de propiedad concentrada; mercados bursátiles poco desarrollados y limitada transparencia. |
Sistema financiero |
Basado en la banca, aunque menos coordinado que en las economías coordinadas; las empresas dependen en gran medida de la financiación interna o de la banca relacional, a menudo con influencia estatal. |
Relaciones laborales |
Fuerte protección del empleo para los trabajadores con contratos en vigor (“insiders”), y con empleos precarios para “outsiders” (jóvenes, mujeres, temporales). |
Formación profesional |
Poco desarrollada; los sistemas educativos no están estrechamente vinculados a las necesidades de cualificación de las empresas. |
Sistema de innovación |
Orientado hacia sectores de baja y media tecnología, con predominio de la innovación incremental frente a la radical. |
Papel del Estado |
El Estado desempeña un papel central e intervencionista, compensando la débil coordinación entre empresas y agentes sociales. |
Relaciones interempresariales |
Escasa cooperación; las relaciones tienden a ser personalizadas (basadas en redes o vínculos familiares) más que institucionalizadas. |
A las dimensiones presentadas arriba se podría añadir la de la “interrelación público-privada” que Michel Albert introduce en 1991 como rasgo del capitalismo renano y que Amable (2003) y Molina y Rhodes (2007) resaltan como característica del capitalismo mediterráneo. Dichas interrelaciones van desde intereses públicos en entidades privadas hasta puertas giratorias entre representantes del sector público y privado.
Ante este contexto, resulta de interés preguntarse qué perfil correspondería al País Vasco. Claramente, presenta más rasgos de una economía de mercado coordinada que de una liberal. Asimismo, se diferencia del capitalismo mediterráneo, ya que cuenta con un sistema de formación profesional muy desarrollado y con relaciones interempresariales bien articuladas, aspectos que lo aproximan al modelo coordinado, como se muestra en la siguiente tabla:
Dimensión |
Pautas de la economía vasca | |
Relaciones industriales entre empleador y trabajador |
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Grado de afiliación a asociaciones empresariales y laborales |
Euskadi es la C. A. con mayor porcentaje de afiliación sindical en España. Su 30% se sitúa por encima del porcentaje alemán, pero muy por debajo por Dinamarca o Suecia. ConfeBask (así como Adegi, Cebek y Sea) y KONFEKOOP representan a una parte significativa del tejido empresarial vasco. Las asociaciones clústeres fortalecen el grado de afiliación empresarial vasco |
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Presencia y uso de estructuras de formación profesional |
Fuerte: el País Vasco destaca por su sólida infraestructura de formación profesional, que supera la media nacional y se acerca a las mejores prácticas europeas | |
Fuentes de capital |
Cultura financiera que prioriza la estabilidad y el control local, aunque también se observa una creciente presencia de capital riesgo, sobre todo, en sectores emergentes |
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Paciencia del capital |
Compromiso con la inversión a largo plazo, priorizando la estabilidad, el crecimiento sostenido y una visión estratégica a largo plazo sobre la búsqueda de retornos rápidos | |
Relaciones interempresariales | ||
Formas de competir entre rivales |
La diferenciación es una estrategia empresarial muy extendida, y muchas empresas se caracterizan por su posicionamiento en nichos específicos | |
Base para acuerdos entre actores empresariales |
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Innovación |
Aplicada e incremental |
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Sectores punteros |
Manufactura avanzada y tecnologías industriales |
Si bien se observa un claro vínculo con el capitalismo de las economías de mercado coordinadas, también es cierto que el capitalismo es un concepto heterogéneo, y que el caso vasco presenta características singulares. Asimismo, conviene tener presente que cada “variante” es dinámica y que, como señalaba Wolf en sus charlas, en un mundo en constante transformación, regiones como Euskadi deben adaptarse a nuevas realidades. Esto incluye la manera en que el capitalismo (democrático) se articula a lo largo del tiempo.
Bart Kamp