En mi post anterior hablé sobre el capitalismo “meritocrático liberal” actual, tal como lo describe el economista Branko Milanovic en su libro “Capitalismo, nada más”. Hoy hablaré del “capitalismo político” moderno, también tomado de su obra (siguiendo la sugerencia de un lector mío en Linkedin). Utiliza China como “arquetipo” o “paradigma” de capitalismo político, análogamente a Estados Unidos en el caso del capitalismo meritocrático liberal. En este sentido, Milanovic considera que China es capitalista porque la mayor parte de la actividad productiva se lleva a cabo a través de medios privados de producción, el capital contrata trabajadores libres y las decisiones económicas se toman de forma descentralizada (basándose para ello en cómo definen Marx y Weber el capitalismo).
Milanovic adopta la definición del “capitalismo condicionado políticamente” de Weber: “el uso del poder político para obtener beneficios económicos” (en su obra “La ética protestante y el espíritu del capitalismo”). Su primera característica sería una burocracia muy eficiente y tecnocráticamente experta, dirigida a lograr crecimiento económico, que, a su vez, legitimaría su hegemonía. La segunda característica sería la ausencia del imperio de la ley. Hay leyes, pero están supeditadas al interés nacional y a que si se deben tomar decisiones arbitrarias “saltándose” la ley, se toman (normalmente, en favor de la élite dirigente). Y la tercera y última característica sería la autonomía del Estado para perseguir el interés nacional, restringiendo la actividad privada tanto como sea necesario.
En este sistema de capitalismo político Milanovic encuentra dos contradicciones fundamentales. La primera contradicción sistémica se halla entre las características 1 y 2 del capitalismo político, esto es, entre la gestión impersonal de los problemas (buena burocracia) y la aplicación discrecional de las leyes (ausencia de imperio de la ley). La buena tecnocracia debe asegurarse de que la ley se cumpla, mientras que la arbitrariedad lo impide. La segunda contradicción sistémica está relacionada con las características 2 y 3 del capitalismo político, esto es, entre la ausencia del imperio de la ley y la base sobre la que descansa la legitimidad del sistema. Así, la arbitrariedad genera corrupción (a favor de la élite), lo que, a su vez, aumenta la desigualdad. Por el contrario, la legitimidad del propio sistema necesita que la desigualdad se mantenga bajo control, porque si es excesiva puede socavar el sistema.
Para acabar con este post es conveniente hacerse una idea de qué países se podrían englobar en este tipo de capitalismo. China y Vietnam son los “ejemplos”, pero la lista es más amplia, como muestra la Tabla 1. Se indican, asimismo, algunas de las variables económicas mencionadas arriba, tales como, el sistema político, el número de años en el poder, las tasas medias de crecimiento del PIB per cápita y el grado de corrupción.
Tabla 1. Países con un sistema de “capitalismo político”.
País | Sistema político | Número de años en el poder (hasta 2018) | Tasa media de crecimiento PIB per cápita (1990-2016) | Puntuación de corrupción
(2016) |
China | Régimen de partido único desde 1949 | 69 | 8,5 | 79 |
Vietnam | Régimen de partido único desde 1945 | 73 | 5,3 | 113 |
Malasia | Partido único desde 1957 (hasta 2018) | 61 | 3,7 | 55 |
Laos | Régimen de partido único desde 1975 | 43 | 4,8 | 123 |
Singapur | Partido único desde 1959 | 59 | 3,4 | 7 |
Argelia | Régimen de partido único desde 1962 | 56 | 1,8 | 108 |
Tanzania | Partido único desde 1962 | 56 | 3,5 | 116 |
Angola | Régimen de partido único desde 1975 | 43 | 1,1 | 164 |
Botsuana | Partido único desde 1965 | 53 | 2,8 | 35 |
Etiopía | Régimen de partido único desde 1991 | 27 | 4,1 | 108 |
Ruanda | Régimen de partido único desde 1994 | 24 | 2,6 | 50 |
Mundo | 2,0 | 88 |
Fuente: Branko Milanovic (2020). “Capitalismo, nada más”, Taurus.
El futuro del capitalismo político es bastante prometedor viendo el desempeño económico de China. Sin embargo, no parece que sea un modelo fácilmente exportable, debido a la dificultad de aislar el sistema político del económico, y de mantener un poder centralizado y hasta cierto punto no corrupto.
Veremos …