Alberto Moyano
Las diferencias entre el hombre y otras especies, la existencia de la empatía y otras cuestiones de corte Blade Runner dominaron el debate propuesto anoche por ‘La ciudad se mueve’ en Teledonosti. Por decirlo de otra forma: ¿tenemos derecho a disponer de los animales para destinarlos a alimentación, vestimenta, espectáculo y experimentos científicos?
Unas imágenes sobre el proceso industrial llevado a cabo en un matadero donostiarra abrió un debate en el que los defensores de “los animales no humanos” se centraron en demostrar que tras el racismo y el machismo, la evolución moral del hombre le llevará a rechazar la segregación por especies. Llegado el caso, Álvaro Bermejo preguntó qué diferencia a un hombre de un animal, sin que alguien terminara de contestar satisfactoriamente.
Enfrente, un par de taurinos y la peluquera Elise insistieron en que hombre y animal no son comparables. En el terreno taurófilo, argumentaron que la ‘fiesta’ es cultura como lo demuestran las pinturas de Goya y Picasso, argumento que nos llevaría a concluir que la guerra y los fusilamientos también lo son. E incluso, hubo quien esgrimó pintorescas razones, tal que sin toros, tampoco habría cerdos de pata negra.
Decir que el encuentro concluyó con un llamamiento a salvar la anchoa del Cantábrico tampoco haría justicia al debate, como seguramente tampoco lo haría decir que la peluquera Elise se instaló al filo de la caricatura con su defensa simultánea del perro como animal de compañía, de los experimentos cosméticos con cobayas, de los abrigos de pieles y del consumo del chuletón, todo, entre grandes risas.