Alberto Moyano

El sondeo de urgencia que hoy publica DV con motivo del concierto que
los Stones ofrecerán el próximo 23 de junio en Donostia ilustra
increíblemente aquella ancestral polémica de: ¿Beatles o Rolling? En
realidad, es una falsa dicotomía. Son dos géneros distintos. La música
de los Rolling se dirige directamente a los genitales mientras que la
de los Beatles, bueno, digamos que es más cerebral y –si nos ponemos
estupendos– emotiva. Por decirlo de otra forma, los Rolling son
erotismo y los Beatles, la epidural, o sea, anestesia de cintura para
abajo.
El que estará temblando es Pedro Subijana. Los Stones ya comieron en
Akelarre durante su estancia donostiarra de 1998. El propio cocinero ha
relatado en alguna ocasión el estupor que sintió cuando los miembros
del grupo se disponían a estampar sus autógrafos en el mantel. «Es que
era de hilo», alegó Subijana, que por supuesto, impidió el atropello
poniendo a disposición de los músicos el bloc de la comanda.
Los detractores de la contratación del grupo –que alegarán las
habituales y mezquinas razones económicas– deberán tener también en
cuenta lo que ganamos en paz social. Y es que el concierto debería
dejar bastante resuelta, por no decir zanjada, la tradicional polémica
que acompaña cada año la concesión del Tambor de Oro porque, de cara al
de 2008, el margen de discusión se ha reducido bastante. Bueno, al
menos, si nos atenemos a los antecedentes.