(Viene del anterior)

Alberto Moyano

Mientras, en el programa ‘Luna llena’ de Teledonosti, el director del
CICC, Joxean Muñoz, volvía a realizar ese imposible perfecto que
consiste en explicar cómo será un Centro de Cultura Contemporánea cinco
años antes de su inauguración. Algo así como desmenuzar las leyes del
fuera de juego sin partido ni pizarra.
En ese terreno, no se registraron grandes avances. Otra cosa fue
cuando, a propuesta de Mitxel Ezquiaga, Muñoz fue invitado a relatar
cómo hubiera sido ayer Tabacalera si estuviera inaugurada.
Insospechadamente, ahí se le vio feliz. Muñoz, que se confesó lector de
la escritora israelí Batya Gur, se metió tanto en el juego que Ezquiaga
se vio obligado a recordar a la audiencia que todo esto no era más que
un ejercicio de anticipación.
Por otra parte, el escaso interés que despierta el proyecto entre el
ciudadano común –ilustrado ayer por la encuesta callejera que ofreció
el programa– no ayuda a disipar los temores sobre la posibilidad de un
ataque de endogamia que termine convirtiendo el centro en ‘nido de
artistas’ y ‘guarida de creadores’. Es que como ya hay antecedentes o
incluso ejemplos vivientes de todo esto…