Alberto Moyano
He aquí un puñado de recomendaciones extraídas de Montmeló y grandes
premios de Fórmula 1 para asegurarnos un mejor disfrute de la noche
donostiarra durante la Semana Grande.
1) Vuelta rápida: conviene realizarla a primera hora de la noche tras
salir de casa descargado de combustible. Para un circuito de entre ocho
y doce bares, nos marcaremos una estimación de entre hora y media y dos
horas.
2) Estrategia: iremos a una carrera de tres paradas, por mucho que sea
imposible cumplir ya que una vez realizada la primera visita al WC, la
necesidad se hace cada vez más perentoria y urgente.
3) Pit Lane: podemos aprovechar las retenciones que se forman en el
repostaje para entablar relaciones con miembros de otras escuderías.
Conviene aprovechar la oportunidad dado que no surgirán muchas. El
hecho de que el escenario no se preste a romanticismos se compensa con
la circunstancia de que la acuciante necesidad de nuestro/a
interlocutor/a hará imposible que: a) huya; b) nos ignore.
4) Neumáticos: elegiremos goma blanda para lluvia –dorada–, desde la
certeza de que tanto el suelo del circuito como el de los bares estará
cubierto por un deslizante magma formado por: vasos de plásticos,
restos de bebidas variadas, residuos de pintxos y sustancias sin
identificar.
5) Adelantamientos: el de la Parte Vieja es un circuito muy exigente
que apenas permite realizarlos en alguno de sus tramos. La mejor opción
es llevar a cabo la maniobra durante el lanzamiento de fuegos
artificiales. Después, resulta muy complicada debido a la densidad de
tráfico.
6) Pole: conseguir un espacio privilegiado en las barras de los mejores
bares requiere un gran juego de codos o recurrir a la estrategia
descrita en el punto anterior, esto es, instalarse firmemente durante
los fuegos y defender la plaza a lo largo de la noche.
7) Team Radio: se recomienda establecer contactos con otros pilotos
para que nos mantengan puntulamente informados de la secuencia de
cierre de bares a fin de evitar pérdidas de tiempo en desplazamientos
estériles.
8) Safety Car: el extenuante esfuerzo realizado a lo largo de la
carrera nocturna aconseja regresar a casa a pie o en taxi, sin dejar
que, en esta segunda opción, las colas formadas en las paradas
menoscaben nuestra moral. No hay que olvidar que estas reuniones de
gente ofrecen espléndidas oportunidades de interaccionar con
desconocidos.
9) Meta: al llegar a casa y ser sorprendido en el pasillo por la madre
o la pareja, colocaremos nuestras manos abiertas tras las orejas y
hacia delante para, a continuación, moverlas a modo de saludo. En
atención a nuestros vecinos, reservaremos los gritos de «¡¡¡tomaaaaa!»
para el caso de que la llegada se produzca tras la salida del sol.