El excelente vídeo de Morgan Creativos sirvió ayer para presentar los “seis ejes temáticos” que articularán la candidatura donostiarra a Capitalidad Cultural Europea 2016.
Seis meses de consultas con cientos de personas que han aportado más de quinientas propuestas han dado como resultado un proyecto que, bajo el epígrafe de ‘Olas de participación ciudadana’, reúne asuntos como “Cultura de paz y educación y valores”, “Unidos por el Atlántico”, “La ciudad de las palabras”, “Eurociudad cultural”, “Redescubrir Europa” y “Movilización de la creatividad”.
Hay que decirlo cuanto antes: todo esto es asombroso. El nivel que arroja este proceso de participación ciudadana nos retrata como una rutilante esfera intelectual a medio camino entre el Parnaso y el Massachusetts Institute of Technology.
La idea central del proyecto serán esas ‘olas de energía ciudadana’, cuya expresión más elevada y ejemplo más acabado a día de hoy es la tamborrada. Sin duda, todavía cabe la posibilidad de que la ilusión que está consiguiendo generar la candidatura logre reorientar las movilizaciones en curso en pro de otros objetivos, algunos de ellos incluso puede que alejados de la gastronomía.
Estas ‘olas’ se basarán en “la fuerza de las personas para transformar el mundo”, una teoría que ha ido ganando fuerza tras la abolición de la idea de que las masas protagonizan la Historia.
Numerosos episodios ilustran a la perfección cómo apenas un puñado de personas armadas de una fuerte determinación es perfectamente capaz de transformar el mundo, hasta en sus últimos rincones. Los banqueros estadounidenses serían el ejemplo recurrente
En cualquier caso, el vídeo es maravilloso, la ilusión que transmiten los responsables institucionales, inagotable, y, sobre todo, los márgenes de estos ejes tractores son tan vaporosos que que, aquí y ahora, en la candidatura donostiarra aún cabe todo.