>

Blogs

Alberto Moyano

El jukebox

Madrid-El Cairo sin escalas

Lejos quedan aquellos tiempos en los que los países inmersos en procesos de cambio político acudían a España para preguntarnos sobre los pormenores de nuestra ejemplar Transición democrática y nosotros les explicábamos pacientemente que nuestro caso, siendo modélico, resultaba inimitable dado que habíamos tenido la fortuna de contar con el concurso de un hombre de la talla del rey. Y “con el ejemplo impagable de la reina”, que apostillaría Letizia.

Ahora, contemplamos emocionados como los masas norteafricanas se echan a la calle en demanda de pan y libertad porque las grandes gestas libertarias aquí siempre las vivimos por delegación. Nos queda el consuelo de agarrarnos al hecho incuestionable de que cuando Franco murió no existía internet y que cuando Tejero tomó el congreso no había redes sociales. De lo contrario, no hubieran falta los tweets de “¡vivan las ‘caenas’!”. Ambas circunstancias explicarían o excusarían, al menos en parte, nuestra impavidez cuando los acontecimientos se precipitan, no a miles de kilómetros, sino bajo nuestro balcón.

Dado el mal estado de salud que desde hace años arrastra Mubarak, sorprende también que nuestros partidos exigan cambios inmediatos en lugar de apelar a la paciencia y solicitar madurez ciudadana hasta que acontezca el irremediable hecho biológico que dé paso a una transición ordenada.

Cuando se dice alegremente que el mundo se ha globalizado gracias a la televisión primero y a internet después debería añadirse de inmediato el matiz de que, en efecto, así ha sido, pero por tramos. Quizás los ciudadanos del Magreb y del resto de la zona revuelta vean nuestros canales de televisión, pero sin duda tiene más audiencia Gol TV que Intereconomía.

De lo contrario, no se entiende que una sociedad como la nuestra, que sitúa a la clase política a la que vota una y otra vez como uno de sus principales sus problemas, que convive con el descrédito de sus sindicatos y que considera que ‘Sálvame Deluxe’ es la forma más elevada de la libertad de expresión, ejerza un influjo en otros pueblos traducido en la exigencia de elecciones libres ya.

Pero, en efecto, los tiempos están cambiando. Como siempre, por otra
parte. Parece evidente que vivimos un fin de ciclo en el que los dictadores
deberán buscarse un nuevo modelo de negocio, una vez agotado el actual. Ahora todo el mundo reclama el derecho a elegir a sus propios gobernantes corruptos para, llegado el caso, someterlos a la alternancia en el poder.

Que sepan que cuentan con nuestro apoyo, como antes lo tuvieron también sus respectivos tiranos, y que la zona euro siempre estará abierta a acoger a los sátrapas en el exilio porque, a diferencia de los presos de Guantánamo, con los primeros nos entendemos mejor ya que hablan nuestro mismo idioma, por decirlo en el lenguaje del mundo de los negocios.


enero 2011
MTWTFSS
     12
3456789
10111213141516
17181920212223
24252627282930
31