Elvis Presley tenía dieciséis pantallas de televisión en su dormitorio tan sólo porque aún no se había implantado el mando a distancia. Ahora contamos con una única pantalla capaz de sintonizar cincuenta canales, si no de forma simultánea, al menos sí sucesiva, lo cual ha contribuido poderosamente a ordenar nuestra confusión mental.
El resultado es una forma de pensamiento saltarín en el que una noticia desaloja a la anterior, a la espera de que la siguiente haga lo mismo. A estas alturas, seguir los acontecimientos en Libia resulta tan tedioso como informarse sobre la situación que vive Egipto tras las felices revueltas que amparó su patriótico Ejército estadounidense.
De la anunciada retirada de ZP, aquello fue hace tanto tiempo que ya existen dudas de que alguna vez estuviera en activo. Resulta espeluznante imaginar a qué trucos habrán de recurrir Rubalcaba y Chacón para optar a su sucesión sin que parezca que lo hacen a título póstumo y de cuerpo presente.
En cuanto a los terremotos y tsunamis, tres cuartos de lo mismo. Al menos, Fukushima ha servido para que nos enteremos de que una radiación siete millones superior a la aconsejada por nueve de cada diez dentistas puede ser pasto de la sección de breves.
Finalmente, también agoniza el conflicto vasco, un arbusto de hoja perenne. Aún no hemos terminado de determinar sí Sortu cumple todos los preceptos legales y ya tenemos a Bildu llamando a la puerta. Mientras, la Policía sospecha que ETA continúa desorganizándose en Francia, mediante una nueva leva de militantes de piscifactoría criados en cautividad.
La Historia ya no avanza en línea recta y ni siquiera lo hace en espiral, sino a golpe de zapping. Sólo los mercados mantienen firme el rumbo. Puede que el rescate de España ya haya sido y no nos hayamos enterado porque se produjera durante una pausa para la publicidad.
En medio de tanta incertidumbre, la única esperanza pasa por aferrarse a los juegos de azar. En este sentido, ignoro quién será el alcalde donostiarra el próximo verano, pero apuesto a que hay más posibilidades de ser Capital Cultural Europea en 2016 que de jugar en Primera Divisón el próximo año.