“En la primavera de 2011, hallándome en el paro desde antes de la quiebra de Lehman Brothers y habiendo fracasado en cuantos intentos acometí de colarme en la lista lista de algún partido, decidí que había llegado el momento de convertir mi afición en profesión: me hice asistente federado de mítines y otros eventos electoralistas. […]