El encuentro que ayer mantuvieron las delegaciones de Bildu y el PNV de cara a la conformación del próximo gobierno foral de Gipuzkoa sirvió para constatar las profundas diferencias programáticas que separan a ambas formaciones, así como las enormes posibilidades que éstas ofrecen a la hora de llegar acuerdos. He aquí un breve resumen que condensa las distintas posiciones expuestas en esta primera toma de contacto:
1) Puerto Exterior: las dos partes coincidieron en señalar que lo que les separa obedece más a cuestiones semánticas que de fondo. Así, mientras los jeltzales defienden su construcción, la coalición se opone frontalmente. En próximos encuentros, explorarán la posibilidad de renunciar al puerto, pero de llegar a un consenso en torno a que sea exterior.
2) Fiscalidad: Bildu es partidario de elevar el Impuesto de Sociedades, mientras que el PNV considera inaceptable el prefijo ‘Im’, a la vez que se muestra abierto a negociar en torno a un puesto en las Sociedades. En cuanto al Impuesto sobre Patrimonio, ambas partes coincidieron en eliminar la palabra ‘Impuesto’ para centrarse en lo esencial: el Patrimonio y, en concreto, en su acumulación.
3) Ampliación del Aeropuerto: las coalición ganadora de las elecciones se inclina por una opción en clave de país, manteniendo Hondarribia en su actual estado ornamental, una una franquicia de los de Biarritz, Bilbao, Vitoria y Pamplona con los que estaría comunicado mediante helicópteros-lanzadera. Los de Egibar, por su parte, exigen la ampliación de las pistas. Finalmente, los dos partidos consideraron oportuno estudiar la posibilidad de soterrarlas.
4) Estación Intermodal: aquí el encuentro sirvió para acercar posturas. Así, el PNV se encontró con que su defensa del Tren de Alta Velocidad era aceptada con matices por la otra parte, a condición de que circule a una velocidad prudencial. “No nos oponemos -aseguró el candidato bildutarra-, pero no vale la pena ir como locos porque al final lo importante es llegar sanos y salvos”.
5) Gestión de Residuos Urbanos: aquí saltaron chispas. Así, frente a la profundización en la ‘alternativa Diógenes’ que propugna Bildu, consistente en acumularla de puertas adentro -una iniciativa implantada con éxito en varios municipios-, los jeltzales defienden la construcción de una incineradora o, en su defecto, un horno pirolítico, de ésos que tras el asado, se limpian ellos solos por dentro. Ante lo enquistado de las posiciones, los dos partidos acordaron darle otra vuelta al asunto en futuros encuentros. A modo de anécdota, cabe señalar que mientras que unas de las delegaciones se llevó a casa tras la reunión las colillas, botellines de licor, latas de cerveza y envoltorios de caramelos, su interlocutora dejó todo perdido de mierda, fundamentalmente, inorgánica, aunque también de la otra.