>

Blogs

Alberto Moyano

El jukebox

Historia de un 'supermajo' en una esquina

Ayer le dimitió en pleno todo el equipo de voluntarios que desde hacía años le moderaba el foro internetero sin cobrar un duro a cambio. Ahora, piense usted en todas las personas con las que se ha cruzado en la vida que han intentado que trabaje gratis para ellas bajo los más peregrinos argumentos -en este caso, el “amor a los colores”- y tendrá el perfil tipo de quienes siempre proclaman la imperiosa necesidad de encontrar nuevas vías de ingresos sin más base que un rudimentario power point.

Recapitulemos: estamos hablando del individuo que se aupó a la Presidencia blanquiazul encaramado a la promesa de que llenaría las arcas del club de millones de euros recaudados en los aeropuertos chinos a base de vender camisetas con el escudo de la Real sin que nadie se explicara nunca por qué no las vendía sin distintivo alguno -para los efectos, vendría a ser lo mismo en el mercado chino- y se quedaba directamente con los beneficios. Entre una cosa y otra, fue también el hombre que logró el enorme ejercicio de ilusionismo colectivo consistente en hacer que un mero preparador físico pasara por ser el pichichi de la Premier League -todo esto antes de ascender en algo así como dos semanas a la categoría de ‘chupóptero’- y que, con ayuda de un escribano de cámara, rebautizó a un ignoto futbolista en estado larvario como “el maravilloso chico de las botas rojas”, sin que hasta el día de hoy haya habido mayor noticia del chico, ni de las botas, menos aún de las maravillas.

Cuando ayer contemplaba las imágenes del consejo de administración de la Real celebrado en 2008, en el que Badiola aparece asintiendo con gesto compungido mientras comunica lo que al parecer son malas noticias a unos consejeros que aparecen mordiéndose distraídamente las uñas pensé que, antes que a nadie, el embrión de Ligthouse debería demandar por plagio al director de ‘The Master’, por mucho que sus visitas al juzgado se cuenten por condenas.

Tomados de uno en uno, los problemas de Badiola son inabordables, pero considerados en conjunto, podrían resumirse en su empeño en pasarse la vida empadronado tan lejos de la realidad que compartimos el resto de los mortales. Digamos que nunca entendió nada y que a estas alturas, lo mejor que le puede pasar es que sus acusaciones se demuestren falsas, una rutina entre 2008 y 2009. Si tras mancillar el último subcampeonato de la Real, consigue ahora desestabilizar al club en puertas de los puestos europeos le resultará más sencillo salir en ‘As’ que salir de su casa.

Volvamos al consejo de administración de 2008: aparece Badiola mordiéndose el labio inferior de forma compulsiva en una imagen que ya hubiera querido para sí el propio Paul Thomas Anderson. Definitivamente, sus entrevistas no deberían publicarse en ‘As’, sino en ‘Fotogramas’. En algún lado llevará tatuada la leyenda ‘Loco por incordiar’, aunque si le obligaran a elegir entre una de las tres palabras, optaría sin duda por la primera. Con Badiola, la historia siempre se repite: primero, como comedia; luego, como autoparodia.

Temas


febrero 2013
MTWTFSS
    123
45678910
11121314151617
18192021222324
25262728