Alberto Moyano

A las razones expuestas hace un año aquí sobre los posibles aspectos positivos de un descenso de categoría por parte de la Real, que finalmente no se produjo, se pueden añadir ahora las siguientes:

1) Los jugadores volverían a viajar en autobús en sus desplazamientos, lo que les evitaría las engorrosas esperas en los aeropuertos y reforzaría además los siempre estrechos lazos de identificación entre plantilla y afición.

2) Equipo y aficionados tendrían oportunidad de conocer rincones con encanto en sus visitas a campos de Segunda, como los del Poli Ejido o el Vecindario, alejados de los centros turísticos masificados que ahora frecuentan.

3) El descenso permitiría a la Sociedad Anónima Deportiva blanquiazul acometer una urgente reducción de capital.

4) La reducción de ingresos nos evitaría contemplar una vez más esas imágenes que la plantilla acostumbra a ofrecer en las concentraciones de pretemporada, más propias de una despedida de soltero que de un grupo de deportistas profesionales y más o menos de elite.

5) El debate sobre la necesidad de eliminar las pistas de Atletismo en Anoeta se sustituiría por otro en torno a la conveniencia de suprimir las gradas y dejar las pistas.

6) Se comprobaría finalmente cuánta verdad y cuánta mentira interesada se esconden tras los repetidos argumentos en torno a los enormes beneficios que reporta a la ciudad y al territorio contar con un equipo en Primera División.

7) La Real recuperaría la estima que los periodisas deportivos de ETB reservan a los equipos vascos que no compiten en la misma categoría del Athletic.