PASSENGERS
Título original: passengers
Año: 2016
Duración: 116 minutos
País: Estados Unidos
Director: Morten Tyldum
Guion: Jon Spaihts
Música: Thomas Newman
Fotografía: Rodrigo Prieto
Reparto: Chris Pratt, Jennifer Lawrence, Michael Sheen, Laurence Fishburne, Andy García y Julee Cerda
Productora: Columbia Pictures / Lstar Capital / Village Roadshow Pictures / Original Film / Company Films / Start Motion Pictures
Género: Ciencia Ficción / Drama / Aventuras / Romántico
Una nave espacial, que viaja a un planeta lejano transportando miles de personas, tiene una avería en una de las cápsulas de hibernación tras el impacto con un gran meteorito. Como resultado, un pasajero se despierta 90 años antes del final del viaje. (FilmAffinity)
Cuando vas a ver una película y la pareja protagonista tiene la química que tienen Jennifer Lawrence (‘X-Men: Primera generación‘) y Chris Pratt (‘Guardianes de la Galaxia‘) sales del cine con una satisfacción enorme. Ellos dos consiguen hacer un 90% de la película, y es de agradecer, ya que un filme con tan poco personaje, básicamente se limita a ellos dos, debe conseguir que sus protagonistas se entiendan y hagan partícipe de esa química al espectador. Objetivo cumplido.
Poniéndonos en situación, ‘Passengers’ se presenta como uno de los filmes de cabecera de la cartelera de ciencia ficción de esta temporada. Habrá unas cuantas opciones de ver películas del mismo género, puede que mejores o puede que peores, pero ¿hechas con el mimo y la sobriedad de ‘Passenger’? Permíteme que lo dude. El filme de Morten Tyldum cumple bien y nos trae la enésima historia reciente sobre personajes perdidos en el espacio o un lugar similar.
Con una Jennifer Lawrence siempre perfecta, esta chica va camino de superar a Meryl Streep (‘El cazador‘), la parte donde ella hace acto de presencia desata todo el conflicto y dota a la película de mucha más dimensión que con Chris Pratt en solitario. Pratt soporta bien sobre sus hombros el papel de protagonista, es atractivo, buen actor y se cree su papel, pero ella, una vez más, consigue hacer pequeño a su interlocutor con un recital de interpretación de quitarse el sombrero.
La historia puede tener sus errores científicos. He leído por ahí críticas que hablan de lo que puede o no pasar cuando un motor de una nave así se detiene o cuando no hay gravedad, etc. Esto es ciencia ficción, o sea, cine. Poniéndonos quisquillosos se le podría sacar punta hasta a los títulos de crédito, pero hay que saber diferenciar entre lo que es la ciencia de verdad y lo que es entretenimiento puro y duro. ‘Passenger’ ofrece grandes dosis de lo segundo, convirtiéndose en una película de dos horas que se pasa volando.
En otras críticas, esta vez de críticos de cine, con los que apenas coincido, hablan de que la película es una apología del hombre acosador. Pongo en antecedentes. El personaje de Chris Pratt es el primero en despertarse, y después de mucho tiempo en soledad decide, por su cuenta y riesgo, despertar a una pasajera, Jennifer Lawrence. Algunos analistas entienden que esta obsesión que Pratt desarrolla hacia Lawrence y su acto de despertarla, condenándola a morir, es acoso y maltrato. Miren señores, no. La película no trata del maltrato ni del acoso ni de nada parecido, Tyldum nos presenta una reflexión sobre la necesidad que los seres humanos tenemos de interactuar entre nosotros. La soledad buscada, nunca es total, y mucho menos lo es si esa soledad es forzada como le pasa a Pratt. ¿Que su acto es deleznable?, por supuesto, pero eso no quita que lo haya hecho con todo el amor del mundo.
Y es aquí, en el amor, donde la película flojea más. Su parte más de ciencia ficción es más interesante, el tira y afloja entre Lawrence y Pratt hace saltar chispas, pero el final edulcorado y de comedia romántica no se sostiene con el tono general. Bien es cierto que si no da ese giro sería como ver un ‘Titanic’ en el espacio, pero tampoco hace falta endulzar tanto un final.
En definitiva, ‘Passengers’ es un entretenimiento intenso y veloz de dos horas con una de las parejas protagonistas más entregadas y conectadas de los últimos años. Solo por ver la conexión y química entre Chris Pratt y Jennifer Lawrence merece la pena ver esta nueva película de ciencia ficción que ha llegado a nuestras pantallas. Ah, y en cuanto a los efectos visuales, son espectaculares, pero en ningún caso se hacen excesivos, están medidos y puestos en funcionamiento como se deben poner, para acompañar al relato y no para ser el relato.
Lo mejor: la química entre Chris Pratt y Jennifer Lawrence, saltan chispas.
Lo peor: flojea cuando más se aleja del cine de ciencia ficción.