EL INSTANTE MÁS OSCURO
Título original: Darkest Hour
Año: 2017
Duración: 125 minutos
País: Reino Unido
Dirección: Joe Wright
Guion: Anthony McCarten
Música: Dario Marianelli
Fotografía: Bruno Delbonnel
Reparto: Gary Oldman, Ben Mendelsohn, Kristin Scott Thomas, Lily James, Stephen Dillane,Richard Lumsden, Philip Martin Brown, Brian Pettifer, Tom Ashley, Jordan Waller,David Olawale Ayinde, Michael Bott, Danny Stewart y John Locke
Productora: Working Title Films
Género: Bélico / Drama
Drama ambientado en 1940, cuando Winston Churchill se convierte en primer ministro británico en un momento realmente crucial de la Segunda Guerra Mundial, pues los nazis avanzan imparables conquistando prácticamente la totalidad del continente europeo y amenzando con una invasión a Inglaterra. Churchill deberá entonces explorar la posibilidad de un tratado de paz con Alemania, o ser fiel a sus ideales y luchar por la liberación de Europa. (FilmAffinity)
Hay películas que son grandes tengan los actores que tengan. Hay películas grandes que se hunden por una mala elección de reparto. Pero también ocurre al contrario, cuando una película mala o normal pasa a ser buena por el trabajo del reparto, o de un actor en concreto.
Hablar de Gary Oldman es hablar de uno de los mejores actores de la historia. Podría mencionar películas como ‘El quinto elemento‘, ‘Drácula’, ‘El topo’, la trilogía de ‘El Caballero Oscuro’, ‘Harry Potter’ y un larguísimo etcétera. Tenerle en una película es siempre garantía de éxito, ya que es capaz de sacar adelante prácticamente cualquier papel que se le ponga delante.
Irreconocible como Winston Churchill, Oldman se convierte en el único aliciente de un biopic que repite paso por paso los esquemas de los biopics actuales. Olvidadas ya las películas biográficas que narran toda la vida del personaje en cuestión, últimamente tenemos cierta saturación de películas biográficas que toman un momento muy concreto de la historia y la llevan al cine. En este caso, tenemos los primeros instantes de Churchill como Primer Ministro, en pleno estallido de la Segunda Guerra Mundial y con los alemanes llamando a sus puertas.
El propio Churchill es, por méritos propios, uno de los personajes históricos más interesantes para poder llevar al cine. Guarda ese aire de personaje clave, que lo fue, cierto misterio, un lado peculiar que lo convierte en atractivo para la historia y un legado que ha dejado para la posteridad en forma de citas que políticos de todo el mundo repiten como loros.
En cuanto a la película cumple, pero rezuma un aire de pretenciosidad que juega en su contra. Todo el rato nos trata de convencer de que es un peliculón, una obra maestra, algo impresionante, y no es así. Es una película correcta, bien hecha y poco más. Ni sorprende, ni llama la atención, ni reinventa el cine, ni es apasionante. Es una película levantada por un actor en estado de gracia.
Gary Oldman ya ha ganado el Globo de Oro por su trabajo, y se asoma a una temporada de premios que parece que le será muy provechoso. Se avecina hacia el Óscar que nunca ha recibido. Sí, Leonardo Dicaprio no era el único con una cuenta pendiente con la Academia. Su actuación aquí es enorme, tanto que se convierte en el único aliciente de toda la película. Nos deja con la boca abierta en cada escena. Muy probablemente haya creado el mejor Churchill de la historia del cine, y el mérito es únicamente suyo.
Lo mejor: Gary Oldman, que casi con toda seguridad conseguirá saldar su deuda pendiente con los Óscars.
Lo peor: La película trata de convencernos como espectadores que estamos ante una obra maestra, y va a ser que no.